La justicia ecuatoriana dictó este lunes una nueva condena por corrupción contra el exvicepresidente Jorge Glas, quien deberá cumplir 13 años de prisión por el delito de peculado, en el marco de un caso relacionado con la reconstrucción de zonas afectadas por el terremoto de 2016.
La sentencia fue emitida por la jueza Mercedes Caicedo, de la Corte Nacional de Justicia, durante una audiencia celebrada en Quito. “Se impone la pena máxima”, expresó la magistrada al dar lectura al fallo, mientras Glas ingresaba custodiado por militares fuertemente armados.
Peculado en obras de reconstrucción
Glas, de 55 años, fue hallado culpable junto al exsecretario técnico del Comité para la Reconstrucción, Carlos Bernal. Según el dictamen judicial, ambos priorizaron la ejecución de obras que no estaban dirigidas a atender la emergencia provocada por el devastador terremoto de 2016, que dejó cerca de 700 muertos en las provincias costeras de Manabí y Esmeraldas, sino que fueron seleccionadas de manera “arbitraria”.
Fiscalía demostró que no se atendieron los requerimientos urgentes de los afectados y, en cambio, se usaron los fondos en obras no contempladas para ese fin, como el Parque Las Vegas y el proyecto “Tramo Acceso al Puerto de Manta-Redondel del Imperio Colisa”. A partir de estos hallazgos, se investigaron nueve proyectos adicionales financiados con recursos de la Ley de Solidaridad, cuyo uso debía ser específico para atender las consecuencias del desastre.
La jueza Caicedo consideró que Glas y Bernal “ayudaron” al cometimiento del delito, siendo ambos declarados coautores. Además de la pena privativa de libertad, deberán pagar de forma solidaria una multa de 250 millones de dólares, equivalente al perjuicio económico ocasionado al Estado.
Trayectoria judicial y antecedentes
Glas fue vicepresidente entre 2013 y 2017, durante el mandato del expresidente Rafael Correa. Acumula ya dos condenas previas por corrupción, incluida una por su implicación en la red de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht. Aunque fue liberado en 2022 gracias a un habeas corpus, este fue revocado posteriormente.
En diciembre de 2023, ante una nueva orden de prisión, Glas se refugió en la embajada de México en Quito, donde obtuvo asilo diplomático. No obstante, fue capturado el 5 de abril de 2024 durante un polémico operativo policial que ingresó por la fuerza a la sede diplomática mexicana, lo que desató una grave crisis diplomática entre Ecuador y México.
La sentencia dictada este lunes es de primera instancia y podrá ser apelada por la defensa de Glas. Sin embargo, de quedar en firme, el exvicepresidente deberá cumplir esta nueva pena, sumada a las condenas anteriores que aún no ha terminado de purgar.