Ya no solo desde la oposición política ven cercano el fin del gobierno de Pedro Sánchez, desde los ciudadanos españoles, al empresariado y en distintos ámbitos sociales, entienden que el presidente socialista está en un posición de debilidad insostenible para seguir conduciendo los destinos del país, destacan analistas políticos.
Los escandalosos actos de corrupción de varios altos dirigentes del PSOE; los de su entorno familiar donde están imputados por distintos delitos su esposa Begoña Gómez, su hermano David y ahora el caso de los prostíbulos de su suegro, no ofrecen garantías de que puede continuar al frente del Ejecutivo español.
Entregado totalmente a las exigencias de sus socios separatistas como último recurso de para mantenerse en el poder a cualquier precio, Sánchez acepta otorgarles beneficios injustificados para que lo respalden, entre ellos, entregarles a los independentistas catalanes el manejo total de los tributos fiscales. El socialista sabe que su resistencia a renunciar y llamar a elecciones, se queda sin apoyos dentro de su propio partido.
Una encuesta de Sigma Dos para el diario El Mundo conocida este domingo, revela que nueve de cada 10 ciudadanos están preocupados por la corrupción del PSOE y el 43% del socialismo pierde la fe en Sánchez. El 71% de los españoles pide una moción de confianza y el 43% de los socialistas ve mermado su respaldo al Gobierno.
Desde el Partido Popular (PP), el secretario general de esa agrupación, Miguel Tellado ha dicho que “La única medida para luchar contra la corrupción del Gobierno es la dimisión inmediata de Sánchez y la convocatoria de elecciones”.
Y dentro del PSOE, el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, ha pedido al presidente Pedro Sánchez que convoque elecciones o se someta a una cuestión de confianza.
Por su parte, el líder de la formación derechista Vox, Santiago Abascal, ha insistido en pedir la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien ha calificado como “indecente, corrupto, traidor” y decir que su presidencia es “ridícula”. “No me extraña que su cara necesite tanto maquillaje, porque es de cemento”, aseguró en en su intervención en el Congreso de los Diputados.