Sudamérica sufre una fuerte caída de inversión extranjera directa en 2024; pero Brasil, Chile, Perú y Uruguay destacan en energías renovables

A pesar del contexto adverso el informe destaca signos de resiliencia y oportunidades emergentes, especialmente en el ámbito de las energías renovables

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Santiago de Chile. (Foto ICNDiario/ Emilia Geywitz)

 

La inversión extranjera directa (IED) a nivel global cayó un 11% en 2024, marcando el segundo año consecutivo de retroceso, según el World Investment Report 2025 publicado este jueves por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). La desaceleración de los flujos de capital productivo evidencia un panorama de creciente incertidumbre económica, tensiones geopolíticas y fragmentación del comercio global.

La región de América Latina y el Caribe no fue la excepción: la IED disminuyó un 12%, situándose en 164.000 millones de dólares. Sin embargo, Sudamérica fue particularmente golpeada, con fuertes reducciones en países clave como Argentina, Chile, Colombia y Brasil. A pesar del contexto adverso, el informe destaca signos de resiliencia y oportunidades emergentes, especialmente en el ámbito de las energías renovables.

“Demasiadas economías se están quedando atrás, pero no por falta de potencial”, advirtió el informe. Las inversiones siguen evitando sectores críticos como la infraestructura, la energía, la tecnología y las industrias generadoras de empleo.

Brasil, el mayor receptor regional a pesar de la caída

Con una contracción del 8% en los flujos de capital, Brasil mantuvo su posición como el principal destino de IED en Sudamérica. Su liderazgo regional se sustentó en proyectos de energía limpia, particularmente en solar, eólica y combustibles verdes, donde importantes empresas internacionales mantienen compromisos a largo plazo bajo el modelo de construcción-propiedad-explotación.

Chile, Perú y Uruguay también figuraron entre los países que lograron atraer inversión internacional para proyectos estratégicos, especialmente en hidrógeno verde, litio y energías renovables.

Actividad financiera debilitada y menos fusiones internacionales

El informe también señala un fuerte retroceso en la actividad de fusiones y adquisiciones transfronterizas, así como en la financiación internacional de proyectos, una herramienta clave para el desarrollo de infraestructura y servicios públicos. Esta tendencia fue especialmente visible en Sudamérica y América Central, mientras que el Caribe mostró una dinámica opuesta, con un aumento del 21% en los flujos de inversión extranjera, impulsado por la República Dominicana.

Greenfield: auge de nuevas inversiones sostenibles

Frente a la caída generalizada, hubo un crecimiento alentador en las llamadas inversiones greenfield, aquellas en las que las empresas construyen nuevas operaciones desde cero en países extranjeros. Estos proyectos crecieron tanto en número como en valor, con un fuerte impulso desde sectores como el refinado de petróleo, la economía digital y las energías renovables. Argentina destacó con una importante inversión en energía, consolidando su rol emergente en la transición energética regional.

Una oportunidad en medio de la incertidumbre

El complejo panorama internacional —marcado por políticas industriales competitivas y volatilidad financiera— ha erosionado la confianza a largo plazo de los inversores. Aun así, desde la UNCTAD se plantea un mensaje de esperanza:

“Si alineamos la inversión pública y privada con los objetivos de desarrollo y reforzamos la confianza en el sistema, los mercados nacionales e internacionales aportarán escala, estabilidad y predictibilidad, y la volatilidad de hoy puede convertirse en la oportunidad de mañana”, afirmó Rebeca Grynspan, Secretaria General de la UNCTAD.