Por Paco Tilla.-
Para muchos analistas, la expresidenta Cristina Kirchner en su soberbia desmedida que aplicó siempre durante sus mandatos, demuestra que padecería el llamado síndrome de hubris, o síndrome de arrogancia, un trastorno que se caracteriza por un ego excesivo y desprecio por los demás, a menudo asociado con el ejercicio del poder y esta actitud destemplada se ha utilizado para describir comportamientos observados en líderes y personas en posiciones de autoridad.
Cree la rea, cumpliendo prisión domiciliaria por delitos de corrupción, que puede seguir manipulando a todos, incluida la Justicia.
Sus abogados, tan desubicados como la reclusa, presentaron un esperpéntico pedido para que K-Chorra pudiera recibir visitas sin restricciones en el departamento donde cumple la pena rodeada de lujos y servicios VIP, como ningún delincuente preso.
Es tan arrogante la presidiaria que piensa que la condena es una fiesta y que puede hacer lo que se le antoja, luego de robarse todo lo que encontró por el camino.
El Tribunal Oral Federal N° 2 rechazó el pedido de la defensa de Cristina Kirchner para que pudiera recibir visitas sin restricciones en el departamento de la calle San José 1111 y la ladrona sigue sin entender la gravedad de sus delitos.
En su delirio, cree estar por encima de las leyes y exige beneficios sin comprender que es una delincuente y que ya bastantes concesiones tiene con cumplir la condena en su casa con permisos para salir al balcón a saludar a los kukas que la siguen y quieren seguir con los planes sociales que ella les daba para que vivan del Estado sin trabajar; porque eso genera la protesta de sus serviles quienes quieren seguir cobrando sin laburar.
20 millones de vagos que se mantenían con el pago de impuestos de los ciudadanos trabajadores y eso se les cortó. Por eso estos kirchneristas quieren que K-Chorra vuelva.
Ya el tribunal le permite que escriba en redes sociales, que grabe audios criticando al gobierno de Milei y que salga al balcón a victimizarse.
Pero ya los vagos parecen que se cansaron de salir a protestar, según dicen “es mucho trabajo” y comienzan a dejarla sola
La chorra salió al balcón y ya no hay nadie. ¿Coinciden que no vuelven más? 🔥👊 pic.twitter.com/1nffOq1N17
— INDIGNADO (@indignadoxd) June 23, 2025