“El fuero para el gran ladrón, la cárcel para el que roba un pan” – Pablo Neruda.-
Cristina Kirchner contaminó todo lo que tocó, destrozó la economía de los argentinos, corrompió el sistema y se enriqueció ella y sus acólitos con el dinero del pueblo y la hoy rea, condenada por corrupción, sigue engañando a esas mentes débiles a las que domina y que a la vez íntimamente denigra como pensando que son tan tontos que ni siquiera notaron que les robó la esperanza.
Siendo vicepresidenta en el gobierno anterior no pudo acallar la voz de las urnas con miles de votos en contra de la mayoría de ciudadanos que aún piensan que todo puede cambiar y decidieron darle el voto a Milei.
Kirchner es cínica, desde una prisión privilegiada, con beneficios que ningún delincuente tiene, habla con la soberbia que la caracteriza y es tan infame que en su mensaje en la tarde en que los serviles salieron a manifestar por la ladrona, les dijo: “No me dejan competir porque saben que pierden”, aseveró pero no explicó cuando va a devolver los millones de dólares que robaron en sus gobiernos.
Los que desfilaron en la marcha en su apoyo no son militantes peronistas, son cómplices de la corrupción de una mujer siniestra como pocas veces se ha visto.
Ella sabe que por más que estuviera habilitada nunca volvería a ganar una elección, porque los seguidores zombies que como muertos vivientes, caminan sin sentido mientras la baba nauseabunda brota de las comisuras de las bocas, nunca serán ganadores porque el pueblo argentino no permitirá volver a ser ultrajado por la vieja ladrona.













