En pleno escándalo por el proceso 8.000, relacionado con el ingreso de dineros del narcotráfico a la campaña electoral de 1994 del expresidente Ernesto Samper, el que finalmente, tras negarlo, el político colombiano admitió el hecho con una explicación surrealista poco convincente. Samper dijo que si el dinero del narcotráfico había entrado en la campaña presidencial, lo había hecho “a sus espaldas”. Qué él no estaba enterado.
Tan increíble fue la “explicación” de Samper que el entonces cardenal Pedro Rubiano de la Iglesia Católica colombiana, hoy fallecido, declaró en una entrevista que desconocer que el narcotráfico financió parte de la campaña presidencial era como no ver un elefante entrar en la sala de estar.
Lo contundente de esa frase del cardenal, lo persigue actualmente al exmandatario de Colombia. Desde esa época, los eventos que llevaron a que el narcotráfico financiara la campaña “Samper Presidente” se han denominado “El Elefante”.
Entonces, hoy sus palabras son difíciles de creer cuando en una conferencia en la Ciudad de México, pocos días atrás, Ernesto Samper hizo un llamado a los pueblos de América Latina para frenar el fascismo a través de una mayor integración regional. “O el progresismo latinoamericano se une o la ultraderecha nos arrastra”, advirtió.
No olvidemos que Samper fue secretario general de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), un bloque regional fallido, que se convirtió en un “club ideológico” de la izquierda, que terminó desintegrado, cuando países con gobiernos democráticos lo abandonaron.
Paradoja: Ahora el colombiano parece ver un nuevo elefante (esta vez ideológico) en el living de su casa, quizás el mismo que no vio en 1994, porque estos paquidermos viven muchos años.













