Cierre de la Biblioteca Nacional de Uruguay: ¿Ahora, sigue la solución que plantea la novela Fahrenheit 451?

Fahrenheit 451 es una novela del escritor estadounidense Ray Bradbury, publicada en 1953. La narración presenta una sociedad estadounidense del futuro en la que los libros están prohibidos y existen «bomberos» que queman cualquiera que encuentren

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Biblioteca Nacional -Foto: gub.uy

El gobierno del Frente Amplio de Uruguay, en una medida cuestionada dentro de sus propias filas, ha decidido en forma intempestiva el cierre de la Biblioteca Nacional (BNU) por “problemas estructurales” y la falta de espacio.

La nueva directora del organismo Rocío Schiappapietra, junto al ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, se refirieron a su situación y anunciaron la medida que causó polémica en todos los ámbitos.

Las surrealistas explicaciones de Schiappapietra, no conformaron a nadie. En forma temeraria y sin pruebas expresó que “Esta biblioteca está en crisis en el marco de una situación que se da a nivel mundial” y esto denota una falta de conocimientos de la directora sobre la realidad local, que no tiene nada que ver con lo que ocurre en el mundo, por lo tanto no se puede comparar. No hay una crisis de bibliotecas a nivel mundial y en América Latina lo demuestra la colosal  Biblioteca Nacional de El Salvador, que es el ejemplo y esto no lo puede explicar Rocío Schiappapietra.

El Salvador cuenta con una moderna y muy concurrida Biblioteca Nacional que presta servicio las 24 horas del día y durante todo del año no cierra, lo que la convierte en la primera en el mundo en su forma de gestión. El edificio 5G cuenta con Internet en los siete niveles de los que consta y estará al servicio de la población salvadoreña día a día. Recomendamos ingresar a la web: https://www.cultura.gob.sv/la-nueva-biblioteca-nacional-de-el-salvador-y-sus-servicios-para-la-poblacion/

Pero esta medida, demuestra claramente que la eterna intención de mostrarse como defensores de la cultura, es un simple eslogan mentiroso del Frente Amplio, acuñado por años y comprado por varios incautos. Pero no dicen que la nueva administración del Estado, la cual integran, no dedica una moneda para la cultura, mientras compra sin estudios previos la estancia “María Dolores” en 32 millones de dólares para experimento lechero, en “honor a Mujica”.

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¿Ahora que sigue? ¿La solución que dio  Ray Bradbury, en su novela Fahrenheit 451?

Fahrenheit 451 es una novela del escritor estadounidense Ray Bradbury, publicada en 1953. La narración presenta una sociedad estadounidense del futuro en la que los libros están prohibidos y existen «bomberos» que queman cualquiera que encuentren.​ En la escala de temperatura Fahrenheit (°F), 451 grados equivalen a 232,8 °C y su significado se explica en el subtítulo de la obra: «Fahrenheit 451: la temperatura a la que el papel de los libros se inflama y arde». El protagonista del relato es un bombero llamado Montag que acaba por cansarse de su papel como censurador de conocimiento, decide renunciar a su trabajo y finalmente se une a un grupo de resistencia que se dedica a memorizar y compartir las mejores obras literarias del mundo.

 La contra desde las propias filas del Frente Amplio

El senador del Frente Amplio Felipe Carballo sostuvo en su cuenta de X que se trata de “un mensaje difícil de entender”

“Ayer, 26 de mayo, Día Nacional del Libro, la Biblioteca Nacional cerró sus puertas. Nos duele profundamente. En una fecha que celebra el acceso al conocimiento, esta decisión envía un mensaje difícil de entender”, escribió Carballo y agregó que la Biblioteca es “un orgullo del país y un servicio fundamental para la ciudadanía”. “Guarda allí nuestra memoria escrita y promueve el encuentro con la lectura a todas las generaciones” y puntualizó, “Confiamos en que en el futuro este día se conmemore con las puertas abiertas, con actividades, recorridas y libros al alcance de todos. Porque el acceso a la cultura debe celebrarse, no interrumpirse”, escribió el senador frenteamplista.

Por su parte, el sindicato de funcionarios de la biblioteca se mostró sorprendido por la decisión, de la nueva directora del organismo Rocío Schiappapietra, junto al ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, se refirieron a su situación y anunciaron la medida que causó polémica en el ámbito cultural y en el político.

“No le dijeron nada al sindicato, ni a los jefes o a los encargados de las secciones, que son los que mantienen viva y funcionando la Biblioteca Nacional”, afirmó un dirigente integrante del sindicato al informativo Subrayado.

“Ahora no hay riesgo de vida, no hay peligro de que se caiga nada o haya derrumbe” explicó el sindicalista y señaló: “En los depósitos de diarios, por ejemplo, no funcionan todos los deshumidificadores, no funciona la climatización y hay ratas, cucarachas, arañas y sobre todo pez de plata, que es el principal enemigo del papel”, puntualizó.

Agregó que previamente se debería haber llamado a un grupo de técnicos para hacer un diagnóstico de las obras que hay que llevar adelante en la biblioteca, además de la inversión que sería necesaria, porque la BNU, no cuenta con los rubros necesarios.

Pero, el gobierno del FA, sigue sin mirar las necesidades de la cultura.