
Es inhumano que equipos sin historia futbolística como Bolivia, basen su estrategia en conseguir puntos jugando en la altura en el estadio de El Alto a 4.150 metros sobre el nivel del mar y que las inoperantes FIFA y Conmebol lo permitan, arriesgando la salud de los jugadores.
La FIFA anunció en 2007 la prohibición de jugar partidos de fútbol internacionales en estadios ubicados a más de 2.750 metros altura sobre el nivel del mar, con excepción de aquellos casos en los que los jugadores realicen un proceso de aclimatación.
La novedad se aplicará “de modo inmediato”, e influirá en las eliminatorias sudamericanas para el Mundial 2010 de Sudáfrica. Con todo, resultaría incompleta, por el momento, debido a que la FIFA no precisó aún cuál será el tiempo de aclimatación exigido para zonas que superen esa altura. Otro error del ente rector del fútbol internacional.
“No se podrán jugar partidos internacionales en estadios ubicados a más de 2.750 metros de altura, siempre y cuando los jugadores no realicen un período de adaptación previa. Una comisión médica de la FIFA estudiará los detalles relativos al tiempo necesario que necesitan los futbolistas para aclimatarse y evitar riesgos”, indica el comunicado oficial.
Luego, en 2008, la FIFA, contradictoriamente dio marcha atrás y suspendió provisionalmente la prohibición de disputar partidos internacionales por encima de un límite de altura, atendiendo a la solicitud de Bolivia para poder jugar la eliminatoria mundialista a 3.600 metros sobre el nivel del mar.