Haití atraviesa una de las peores crisis humanitarias de su historia reciente, con 1,2 millones de niños viviendo bajo la amenaza constante de la violencia armada. La situación ha alcanzado niveles alarmantes, con un aumento del 70% en el reclutamiento de menores por grupos armados y un incremento devastador del 1.000% en la violencia sexual contra niños en el último año, según datos de UNICEF.
Los grupos armados han intensificado el reclutamiento de niños, que en algunos casos tienen tan solo ocho años. Se estima que casi la mitad de estos grupos está compuesta por menores de edad, quienes son secuestrados, manipulados o empujados a unirse debido a la pobreza extrema. “Es un ciclo letal: los niños son reclutados por los grupos que alimentan su propio sufrimiento”, denunció James Elder, portavoz de UNICEF.
La violencia sexual también ha alcanzado cifras aterradoras. Según UNICEF, el incremento del 1.000% en estos abusos ha convertido “sus cuerpos en campos de batalla”. Elder enfatizó la falta de cobertura mediática sobre esta tragedia, señalando que “si los números han perdido significado, quizá cuenten los niños que viven este horror”.
Colapso de servicios esenciales y crisis humanitaria
El colapso de los servicios esenciales ha agravado la crisis. Los hospitales están desbordados y más de la mitad de los centros de salud carecen de equipos y medicación para atender emergencias pediátricas. Además, el 85% de la capital, Puerto Príncipe, está bajo el control de grupos armados, lo que ha generado una situación de inseguridad extrema.
Las escuelas, los patios de recreo y los hogares han dejado de ser refugios seguros para los niños. La violencia ha obligado a muchas familias a huir, con más de 500.000 niños desplazados y tres millones en necesidad de ayuda humanitaria urgente este año. Además, más de 300.000 menores han sido afectados por el cierre de escuelas, limitando su acceso a la educación y aumentando su vulnerabilidad.