Richard Grenell, enviado especial de Donald Trump para Venezuela, dijo que su visita a Caracas fue para abogar por la liberación de seis ciudadanos estadounidenses y asegurar que Maduro recibiera a los venezolanos expulsados de EEUU.
Grenell, aseveró que el presidente estadounidense Donald Trump, tiene poco interés en trabajar en cambios de regímenes en Venezuela y en el mundo.
Las palabras de Trump, arremetiendo contra el régimen de Maduro, solo fueron para la tribuna y ahora los deja solos, destacan analistas.
Con ese estilo sobreactuado y estudiado de hombre recio, Trump camina mirando de soslayo con ademanes ampulosos que son para la foto y nada más, asevera un experto consultado bajo anonimato.
En la entrevista con The Epoch Times, Grenell dijo que Trump “es alguien que quiere hacer todo lo que podamos para hacer a los estadounidenses más fuertes, más prósperos. En eso es en lo que nos enfocamos ahora mismo”.
El enviado de EEUU dijo que viajó a Venezuela para lograr la liberación de seis estadounidenses. “Pasé el día en Caracas, me encontré con Maduro, lo vi cara a cara. Traté de tener una conversación en la que tuviéramos una relación diferente con él”, explicó en la entrevista.
Grenell aseguró que Maduro “tenía una lista larga” de pedidos pero el diplomático le aclaró en seguida que “no estamos aquí para darles nada”.
Grenell le hizo al dictador una solicitud directa: “Nos gustaría tener a nuestros rehenes en casa” y relata que en poco más de dos horas, varios vehículos llegaron con seis prisioneros estadounidenses. “Le quitaron la capucha negra de la cabeza a un rehén. Pude ver en sus ojos que tenía mucho miedo. No sabía qué estaba pasando”, relató Grenell.
