La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Noem, anunció hoy la revocación de la decisión del gobierno anterior de extender el Estatus de Protección Temporal (TPS) para Haití por 18 meses. Como resultado de esta medida, el TPS para Haití concluirá el 3 de agosto de 2025, a menos que se tome una decisión de extensión posterior.
Esta acción forma parte del compromiso del presidente Donald Trump de eliminar políticas que han funcionado como incentivos para la inmigración ilegal y que no se alinean con el marco legal vigente en Estados Unidos.
El TPS es un estatus migratorio temporal otorgado a nacionales de ciertos países designados, lo que permite a los beneficiarios residir en Estados Unidos incluso si ingresaron al país de manera irregular. La designación de un país para el TPS puede basarse en factores como conflictos armados, desastres ambientales o condiciones extraordinarias y temporales. Sin embargo, durante décadas, el sistema TPS ha sido objeto de explotación y abuso.
Desde su designación en 2010, Haití ha mantenido el estatus de TPS, lo que ha resultado en un aumento progresivo del número de beneficiarios. En mayo de 2011, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) estimó que 57.000 haitianos eran elegibles para el programa. En agosto de 2021, esa cifra aumentó a 155.000 con una nueva designación, y para julio de 2024, la estimación se disparó a 520.694 personas.
Una portavoz del DHS declaró:
“Biden y Mayorkas intentaron limitar las opciones de la administración Trump al extender el Estatus de Protección Temporal para Haití por un período de 18 meses, una duración que excedía lo justificado y necesario.
“Estamos restaurando la integridad del sistema TPS, el cual ha sido objeto de abuso y explotación durante décadas. El presidente Trump y la secretaria Noem están devolviendo el TPS a su propósito original: ser un programa temporal”.
El mes pasado, la secretaria Noem tomó una medida similar al anular la extensión del TPS para Venezuela, continuando con los esfuerzos de la administración para reformar el sistema migratorio y reforzar el cumplimiento de las leyes de inmigración en Estados Unidos.