La relación comercial entre Chile y la Unión Europea (UE) entra en una nueva fase con la entrada en vigor del Acuerdo Interino Comercial (AIC). Este pacto sustituye la Parte IV del Acuerdo de Asociación vigente desde 2003 y regirá el comercio bilateral hasta que se finalice la tramitación del nuevo Acuerdo Marco Avanzado (AMA).
El AIC fue aprobado el 29 de febrero de 2024 en el Parlamento Europeo y el 13 de noviembre de 2024 en el Congreso chileno. Con su implementación, se espera una modernización en las condiciones comerciales, facilitando el acceso de productos chilenos al mercado europeo y fortaleciendo las relaciones económicas entre ambas partes.
Un impulso para la economía chilena
Claudia Sanhueza, subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales (SUBREI), destacó la relevancia de este acuerdo:
“La entrada en vigor del Acuerdo Interino Comercial amplía la lista de productos chilenos que pueden ingresar al mercado europeo sin aranceles y simplifica los requisitos para los exportadores. Esto fortalecerá la internacionalización de nuestra oferta exportable y diversificará nuestras economías locales”.
Principales beneficios del AIC
La cobertura de productos chilenos con beneficios arancelarios en la UE se amplía del 94,7% al 99,6%, permitiendo que más de 1.800 productos ingresen con arancel cero. Entre ellos destacan el aceite de oliva, carnes, lácteos, productos agroindustriales y pesqueros como salmón, merluza y atún.
A su vez, la UE reconocerá 18 denominaciones de origen chilenas, como la sal de Cáhuil, el limón de Pica y la langosta de Juan Fernández, mientras que Chile hará lo propio con 216 productos europeos.
Desde ahora, la certificación de origen se realizará mediante declaración del exportador o conocimiento del importador, eliminando la necesidad del certificado EUR1 para exportaciones a la UE.
Por otra parte se garantiza un trato equitativo para proveedores chilenos en la UE y se introduce un capítulo de Comercio Digital que reconoce la firma electrónica transfronteriza y protege al consumidor en el ámbito digital.
En este contexto se refuerzan los estándares laborales y se establecen compromisos ambientales vinculantes, incluyendo pesca sostenible, gestión forestal y lucha contra el cambio climático en línea con el Acuerdo de París.
Además, se implementará un portal de información comercial para facilitar la inserción de pequeñas y medianas empresas en los mercados europeos. Además, se introduce el primer capítulo de Género y Comercio firmado por la UE, en sintonía con la Política Exterior Feminista del gobierno chileno.
Finalmente, el acuerdo fomenta la cooperación en energía y materias primas, con énfasis en combustibles renovables como el hidrógeno verde, fortaleciendo el liderazgo de Chile en la transición energética.
Con la entrada en vigor del AIC, Chile consolida su posición como socio estratégico de la Unión Europea y da un paso clave en la modernización de su relación comercial con el bloque de 450 millones de consumidores.













