Por Paco Tilla.-
Calificar de “periodista” al argento Pablo Carrozza es un agravio a la noble profesión y el tipo se cree importante con una voz insoportable que te obliga a no escucharlo más de un minuto.
No le alcanza con los desvaríos que dice en su país que arremete contra el fútbol uruguayo y contra Peñarol.
No lo escuchamos decir nada sobre los manyas cuando el año pasado ganaron todo y su equipo amado, Nacional, no ganó ni torneo y fue un desastre, mientras Peñarol obtuvo el Apertura y el Clausura y fue semifinalista de la Copa Libertadores.
Con su resentimiento a cuestas, hoy, por un partido amistoso que los bolsos ganaron a su padre futbolístico; Carrozza -el mudo- recuperó el don de hablar y con manifiesta desubicación atacó a Leo Fernández preguntando si había jugado el partido.
Fernández fue la estrella del equipo aurinegro y con su aporte lo llevó a ganar los principales torneos del Uruguay.
Por un solo partido de preparación, juzga Carrozzo en forma desubicada.
Entonces, zapatero a tus zapatos y el payaso al circo…













