El humor de Paco Tilla.-
Tanto Ulises el cordobés, con ese top blanco cortito tan primoroso mostrando el ombliguito y el arquitecto Juan Pablo, con su forma entreverada de intentar explicar lo que no puede, saltaron enojados porque según ellos, el uruguayo no da los fundamentos que ellos prefieren sobre su manera de nominar, como si Santiago (Tato) tuviera que jugar de la forma que ellos pretenden y el oriental los deja perplejos con un juego brillante que no logran entender.
Ulises es el más desubicado por el accionar inteligente de Tato y lo intenta descalificar sin darse cuenta que lo único que hace es fortalecerlo ante el público. El cordobés hace esfuerzos para quedar pegado y que la gente lo considere insoportable.
Juan Pablo, vale recordar, que siendo arquitecto no supo tomar la iniciativa cuando en una prueba para ganar la comida de la semana, pudo, por su profesión, darle la forma en curvas a las piezas gigantes del dominó, considerando la colocación en milimétrica para que fueran cayendo en línea al golpearse.
Juan Pablo me hacer acordar al personaje de “Murmullos” de la serie Dick Tracy, aquel que hablaba sin que nada se le entendiera.
En fin, Gran Hermano cada día se convierte en un programa de humor y todo sirve para intentar levantar el alicaído rating.