La Fiscalía General del Estado confirmó este martes que los cuerpos calcinados encontrados la semana pasada en la zona de Taura corresponden a los cuatro menores que desaparecieron el pasado 8 de diciembre en el sur de Guayaquil. Los adolescentes y el niño, de quienes se había perdido el rastro, fueron aprehendidos ese día por 16 militares, quienes enfrentan ahora órdenes de prisión preventiva emitidas por la Justicia ecuatoriana.
Según informaciones preliminares, los menores fueron interceptados por efectivos militares mientras caminaban cerca de un centro comercial. Posteriormente, habrían sido trasladados hacia Taura, una zona situada aproximadamente a 30 kilómetros de Guayaquil, donde se encuentra una de las principales bases de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). Desde aquella noche, su paradero había permanecido desconocido. Los restos incinerados hallados en una zona pantanosa de Taura pertenecen a Steven Medina (11 años), Nehemías Arboleda (15), y los hermanos Ismael (15) y Josué Arroyo (14).
En su cuenta en la red social X (anteriormente Twitter), la Fiscalía indicó que “los resultados de las pericias de genética forense confirman que los 4 cuerpos encontrados en Taura corresponden a los 3 adolescentes y 1 niño desaparecidos tras un operativo militar el 8 de diciembre”.
Por su parte, fuentes vinculadas a los militares implicados señalaron que los menores fueron dejados con vida en el camino hacia la base aérea, versión que ha sido cuestionada a la luz de las pruebas halladas en el lugar.
El hallazgo de los cuerpos y las investigaciones posteriores han generado un profundo malestar en la opinión pública y han reavivado las críticas sobre el uso desproporcionado de la fuerza por parte de instituciones militares. Diversas organizaciones de derechos humanos han exigido una investigación exhaustiva y que se garantice justicia para las víctimas y sus familias.