
Nicolás Maduro dio la orden directa de cortar el servicio de agua corriente en la embajada argentina en Caracas y a la vez impuso cortes continuos de electricidad a la sede diplomática, con el fin de que los seis opositores venezolanos asilados se entreguen al tenebroso servicio de inteligencia chavista, SEBIN.
Maduro sigue sin respetar el estatuto de Roma de derechos diplomáticos e incumple todos los acuerdos y tratados internacionales sobre el tema.
La sede de la representación de Argentina, está a cargo de Brasil tras la expulsión de los diplomáticos argentinos ordenada por el dictador.
Pedro Urruchurtu, dirigente opositor asilado en la embajada junto a otros cinco disidentes, explica la situación de hostigamiento del dictador chavista.