Por Paco Tilla.-
El postulante del Frente Amplio, Yamandú Orsi, aunque no hable y lo poco que dice sea inentendible, ha salido con el rastrillo a recolectar personajes cuasi desconocidos de otros partidos, que en realidad no mueven la aguja electoral, pero sirven como “botoncito” de muestra – así, en diminutivo- porque difícil que arrimen tan solo un voto, salvo el de ellos mismos.
Un supuesto “experto en seguridad”, que una semana antes enviada felicitaciones a sus correligionarios del PN por la votación y ahora una excandidata a la presidencia por el Partido Colorado, que ocupó el destacado último lugar en la pugna interna de su colectivo político, son los nombres que Orsi presenta. ¡En fin, no descarten amigos lectores, nuevas incorporaciones esta vez de ciudadanos que aunque no militen en los partidos tradicionales, tengan nombres como “Aparicio” o “Wilson”, entre otros, que servirán pa’ presentarlos como nuevos adherentes.
También, sin haber cazado al oso, don Yamandú dispone ya de la piel del animal y firma con los sindicatos policiales unas “promesas” que asegura cumplirá en caso de cazarlo… Perdón, quise decir en el hipotético caso de obtener la presidencia.
Un documento sin ningún valor legal, solo un “engañapichanga” como decían los viejos en el barrio.
Próximamente Orsi, se dice – sin confirmarlo- que reconocerá al gran Domingo Tortorelli al retomar sus postulados históricos y firmará para techar el estadio Centenario, poner una canilla de leche en cada esquina, la construcción de una ruta en bajada entre Montevideo y el departamento de Rivera para ahorrar combustible en el transporte. Implementará una ley similar a la de Tortorelli para asignar obligatoriamente un empleo público a cada ciudadano una vez cumplidos los dieciocho años de edad y el matrimonio obligatorio para todos los uruguayos al cumplir los veinticinco años, con el propósito de promover la natalidad.
Finalmente, la propuesta estrella de Tortorelli: las jornadas laborales de quince minutos para los empleados públicos, un proyecto que sin dudas contará con el decidido apoyo del Pit-Cnt.
Al menos, a Tortorelli, dentro de su delirio, se le entendía lo que hablaba…
Dos ignotos sin votos, mendigando un carguito.
Los valores y los principios no existen para esta gente.
Y Tribilín los recibe
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