Sin elecciones libres, con todos los rivales políticos encarcelados y luego expulsados del país y a la vez despojándoles de la ciudadanía nicaragüense, el anciano dictador Daniel Ortega, con su Asamblea Nacional sometida a las órdenes del tirano y sin opositores, ha hecho crear una ley nepotista a su medida con una reforma constitucional que subordina a los poderes del Estado al Gobierno sandinista, aumenta el control de los medios de comunicación, amplía el período presidencial a seis años y crea los cargos de co-presidente y co-presidenta, para él y su esposa, Rosario Murillo.
La oposición denuncia que esta arbitrariedad legaliza “el poder absoluto” de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, y la Organización de Estados Americanos (OEA) ha acusado a la pareja presidencial de intentar “incrementar su control absoluto del Estado y perpetuarse en el poder”.
La OEA expresa en un comunicado que, “El documento de la reforma es ilegítimo en la forma y el contenido, constituye meramente una aberrante forma de institucionalización de la dictadura matrimonial en el país centroamericano y es una agresión definitiva al Estado de Derecho Democrático”.
Comunicado de la Secretaría General de la OEA sobre propuesta de “reforma” constitucional en Nicaragua: https://t.co/5KqriQFR4A pic.twitter.com/17TbecEsW0
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) November 21, 2024
Analistas consideran que el nepotismo de Ortega es total con la creación de las figuras de “co-presidente” y “co-presidenta”, así como el aumento de cinco a seis años del mandato presidencial y de los diputados de la Asamblea Nacional.