Descuidista: Ladrón que roba aprovechándose del descuido ajeno -(Diccionario de americanismos).-
Por Paco Tilla.-
Cristina Fernández de Kirchner (CFK), ha entrado en la etapa denominada “Biden”, habla incoherencias y deja esa sensación de una persona que saltó el alambrado entre la lucidez y el desvarío.
Corrompió todo lo que tocó, se apropió de cuanta moneda estuvo a su alcance tras sus mandatos (dos como presidenta y otro como vice) y hoy se envalentona a pesar de estar condenada por sus ilícitos e inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos.
Un tribunal penal en Argentina condenó en diciembre de 2020 a Cristina Fernández de Kirchner a 6 años de prisión por el delito de administración fraudulenta durante los 12 años que gobernaron ella y su difunto marido, el expresidente Néstor Kirchner (2003-2015).
Insensible al caos que dejó, donde ella y su marido Néstor Kirchner se beneficiaron de las arcas del Estado, junto a sus cómplices.
Según analistas, CFK padece el llamado “síndrome de Hubris”, definido como “la enfermedad del poder”, porque la persona que lo sufre “piensa que sabe todo, que la realidad es la que ella cree que es, y no la que en realidad es; piensa que los otros no saben nada y, como tal, los desprecia”.
Ella, que se llevó todo lo encontró en su camino, hoy critica al presidente Milei, que recibió la nefasta herencia de una economía en caos.
Nunca fue lúcida para elegir a sus compañeros de fórmula presidencial. Su vicepresidente Amado Boudou terminó procesado por delitos de corrupción.

No le fue mejor al digitar la candidatura de Alberto Fernández a la presidencia y a ella como vice. Fernández es considerado el peor presidente de Argentina desde el regreso a la democracia y ahora ha sido imputado por violencia de género contra su expareja, mientras tiene otra causa penal donde un juez federal dictó la inhibición de bienes del expresidente y se lo investiga por irregularidades en la contratación de seguros del Estado durante su gestión.
Gobierno de Cristina Kirchner falseaba datos de la economía y ahora Argentina debe pagar 1.300 millones de euros de multa
La Corte Suprema del Reino Unido rechazó una apelación presentada por el actual gobierno de Argentina, confirmando la condena que obliga al país a pagar 1.300 millones de euros a los bonistas, debido a la manipulación de estadísticas oficiales desde el kirchnerismo.
Esta causa internacional, conocida como ‘Cupón PBI’, viene desde 2013, cuando el Gobierno de la expresidente Cristina Kirchner modificó, sin un estudio previo, la forma de calcular el PBI para evitar realizar pagos adicionales a los tenedores de bonos emitidos en ocasión de los canjes de deuda de 2005 y 2010, según informó de jefe de Gabinete, Guillermo Francos, del actual gobierno de Milei, que heredó la nefesta herencia.
Francos afirmó que “las soluciones ‘creativas’ del populismo trajeron consecuencias económicas negativas que generaron el desprestigio del país” y dijo que se estudian las opciones tras el fallo porque “es nuestro mayor compromiso trabajar día a día para volver a ser un país serio para el mundo”.
El conflicto legal comenzó por una demanda interpuesta por cuatro fondos de inversión que poseían títulos del canje de deuda de 2005, los cuales ofrecían a los acreedores un pago adicional si el Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina crecía por encima del 3,3%. anuales.
Según los demandantes, en 2013 Argentina cambió la metodología para calcular el PBI, con el objetivo de que el crecimiento no superara el umbral del 3,3%, lo que habría permitido al país evitar el pago correspondiente.
Ese año coincidió con la gestión de Axel Kicillof como ministro de Economía y la actuación del entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno, a quien se le atribuyó una influencia directa en el funcionamiento del INDEC. Ambas gestiones consideradas por economistas, como nefastas para Argentina.
La modificación en la forma de cálculo del PBI, realizada en el último trimestre de 2013, arrojó un crecimiento anual del 3,2%, quedando por debajo del umbral establecido.
Los acreedores llevaron el caso a los tribunales de Londres, donde obtuvieron una sentencia favorable que determinó que Argentina había alterado las estadísticas para perjudicar a los tenedores de bonos.
Hay un bromista argentino que dice con humor: “Cuando saludes dando un apretón de manos a CFK, antes quitate el anillo aunque no sea de valor, porque con seguridad te lo roba”.










