La no presentación de las actas desglosadas mesa por mesa de los comicios, como reclaman desde la Unión Europea, la ONU, EEUU y países de la región, incluidos Brasil y Colombia, es la prueba contundente de que Nicolás Maduro fue derrotado en las elecciones del pasado 28 de julio en Venezuela, destaca un reconocido analista, que por razones de seguridad mantiene el anonimato en momentos en que el régimen chavista aumenta la represión y los secuestros de dirigentes opositores, periodistas y manifestantes.
La tercera citación de la Fiscalía chavista al candidato opositor Edmundo González Urrutia, con cargos infundados, marca la desesperación de Maduro que intenta neutralizar al exembajador e impedirle que siga en la protesta y acallar su voz, explica el experto consultado.
La amenaza del fiscal del régimen, Tarek William Saab, de detener a González Urrutia por no comparecer ante el Ministerio Público, tras ser citado en tres oportunidades, puede marcar el momento de quiebre de la situación de crisis que vive el país.
En sus redes sociales Edmundo González Urrutia, escribió las razones para no comparecer en la Fiscalía: “Estaré en absoluta vulnerabilidad por indefensión y violación del debido proceso, y pondré en riesgo no solo mi libertad, sino, lo que es más importante, la voluntad del pueblo venezolano expresada el 28 de julio de 2024”.
Una Fiscalía sometida a las órdenes del chavismo
El Ministerio Público de Venezuela, carece de legitimidad, es el brazo ejecutor de las órdenes del régimen y está sometido a lo que le indican desde el gobierno, González no tiene ninguna posiblilidad de que se reconozca la verdad, si acude a la citación y será arrestado, simplemente una trampa, explica el experto consultado.
El otro plan del régimen
El plan alternativo, es declararlo inhabilitado políticamente por las falsas acusaciones de “conspiración” y “usurpación de funciones”, entre otras, de la misma forma en que ilegalmente se le quitaron esos derechos a María Corina Machado y de esta manera quitarlo del centro de atención.
En su desesperación, dice el analista, Maduro no entiende que toda acción que emprenda contra González y María Corina, solo provocará el efecto contrario de repudio del mundo, explica.
