“La cuestión es solo entre la libertad y el despotismo” – José Artigas – prócer de la República Oriental del Uruguay.-
Qué Nicolás Maduro es un cobarde no hay dudas y que ha perdido las elecciones por demolición tampoco, pero el sátrapa tiene miedo y se aferra a un poder ilegítimo para mantenerse a flote mientras el barco se hunde.
¡Quienes cuestionan el resultado de las elecciones deberían estar presos!, amenazó el chavista.
Enfrente tiene a una mujer valiente que está dispuesta a todo para salvar a su patria de los desmanes del dictador y del séquito de serviles que lo secundan.
María Corina Machado deja en evidencia la cobardía del usurpador de Miraflores, que rodeado de la fuerza bruta busca intimidar a un pueblo que lo detesta.
José Hernández, el autor del inmortal Martín Fierro, y una frase que define todo: Sólo los cobardes son valientes con sus mujeres.
El tirano amenaza, es su costumbre, porque se siente respaldado por personajes tan turbios como él.
No tiene como demostrar nada; perdió las elecciones con claridad y crece la farsa con “explicaciones” que no convencen a nadie. Es tan ridículo su accionar que en su desesperación le ha dado al ultrachavista Tribunal Supremo de Justicia, la validación de los comicios, como si el mundo no supiera que todos los magistrados – designados por Maduro- van a decir lo que su amo les indique.
Ya lo dijo con acierto el expresidente del Gobierno de España, Felipe González: “Maduro se tiene que inventar todos los días una conspiración” porque “solo así sobrevive a su cobardía”.
Y el político español agregó sobre el dictador chavista, “Es un cobarde que no se enfrenta a ninguna situación, que se protege en teorías conspirativas, porque ni siquiera tiene talla para inventarse grandes conspiraciones contra él”, aseveró.
Más claro, imposible…