Gabriel Boric rechaza la sentencia del TSJ venezolano y denuncia el fraude electoral

En una declaración emitida el Jefe de Estado chileno subrayó que "no hay duda de que estamos frente a una dictadura que falsea elecciones reprime a quienes piensan distinto y es indiferente ante la crisis humanitaria que ha provocado el exilio más grande del mundo solo comparable con el de Siria, producto de una guerra"

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Gabriel Boric, presidente de Chile - Foto Presidencia

En un contundente pronunciamiento, el gobierno de Chile encabezado por Gabriel Boric ha expresado su firme rechazo a la reciente sentencia emitida por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, calificándola como un acto que consolida un fraude electoral en el país sudamericano. Según el mandatario, este fallo, que cuenta con el respaldo del régimen de Nicolás Maduro, representa una nueva afrenta a la democracia y está “signado por la infamia”.

En una declaración emitida hoy, el Jefe de Estado chileno subrayó que “no hay duda de que estamos frente a una dictadura que falsea elecciones, reprime a quienes piensan distinto y es indiferente ante la crisis humanitaria que ha provocado el exilio más grande del mundo, solo comparable con el de Siria, producto de una guerra”, reflejando el descontento y preocupación creciente por la situación en Venezuela, donde la democracia ha sido gravemente erosionada.

“He visto a los ojos a miles de venezolanos que claman por democracia en su patria y que hoy reciben un nuevo portazo”, continuó Gabriel Boric, enfatizando la solidaridad de Chile con el pueblo venezolano. El gobierno chileno ha dejado claro que no reconoce el “falso triunfo autoproclamado de Maduro y compañía”, y ha reafirmado su compromiso con la defensa de la democracia en la región.

De la misma forma el presidente chileno anticipó que esta postura podría generar una reacción hostil por parte de las autoridades venezolanas, señalando que “seguro por nuestra postura recibiremos (como es costumbre) insultos por parte de sus autoridades”. Sin embargo, en una cita al poeta Vicente Huidobro, afirmó que “el adjetivo cuando no da vida, mata”, indicando que el régimen de Maduro ha “asesinado la palabra democracia” con sus acciones.

Finalmente, el gobierno chileno hizo un llamado a la reflexión, destacando que la dictadura en Venezuela no representa a la izquierda, y que es “posible y necesaria una izquierda continental profundamente democrática, que respete los derechos humanos sin importar el color de quien los vulnere”. Este compromiso con un progresismo transformador es el camino que Chile ha decidido seguir, buscando mejorar las condiciones de vida de su pueblo a través del diálogo y la construcción de comunidad.

El pronunciamiento concluye con un mensaje de respeto y solidaridad hacia el pueblo venezolano: “Mis respetos a todo el pueblo venezolano que lucha por la democracia, la justicia y la libertad”.