Por Jaime Coronel.-
En la sesión plenaria del 36° comité de pesca de la FAO, en el momento que se analizaban los textos a ser propuestos para su aprobación, una pequeña frase consumió más de una hora de análisis. El comienzo de esta discusión se produjo al intentar incluir la consideración del conflicto armado entre la Federación Rusa y Ucrania.
Esta chispa detonadora, prendió en las ramas y hojas secas del comité, generando una fermentada discusión. Lo primero, a considerar es: ¿son los comités técnicos lugares de discusión de estos temas?, es seguro que el impacto derivado sobre los valores del último informe del Estado Mundial de la Pesca y Acuicultura en el Mundo (SOFIA) lo son. Un conflicto armado expone a su población, no solo a la brutalidad del conflicto, sino a problemas sobre la sustentabilidad de los recursos pesqueros y de la producción acuícola, sus hábitos alimentarios, pudiendo llegar a la hambruna en caso de no poder consumir alimentos, ni producirlos. Esto luego se traducirá en los informes técnicos de FAO.
El segundo punto planteado fue: ¿es el único conflicto a ser considerado?, otra vez el fuego recorrió el suelo de la sala, dando múltiples muestras de los conflictos que ocurren en nuestro mundo globalizado. Lo que es seguro, es que esto también tiene un impacto sobre los números, es de recordar que los datos usados para el SOFIA respondían al 2022, años en los que algunos conflictos armados conocidos no estaban activos. Una silente voz surgió del continente africano, diciendo no todos los conflictos tienen la misma prensa, lo cual haría tener que incluir estos conflictos armados también en las consideraciones del comité.
La realidad es que estas nuevas discusiones, que comenzaron en el 2021, han llegado para quedarse en los comités técnicos, demostrando que el mundo no está tranquilo, no esta dormido, y que los conflictos armados han movido la balanza nutricional en el mundo, conspirando contra la seguridad alimentaria mundial. A pesar de esto el SOFIA muestra un crecimiento en la producción pesquera y acuícola del mundo, y esto nos hace interpelar estos números, al reflexionar acerca de cuanto sería la producción mundial sin estos conflictos, y cuanto más hubiera crecido esta producción. Esta producción es sensible al impacto, tanto en cuanto a donde se desarrolla, como a que población desarrolla la actividad.
Desde la Fundación Phillipe Cousteau, se llama a la reflexión, a la paz, y a no olvidar los impactos de estos conflictos sobre los recurso pesqueros y acuícolas, la seguridad alimentaria, la economía mundial y la humanidad toda.