La Conmebol, el ente rector del fútbol sudamericano, sigue errando el camino y su prepotencia provoca el descrédito a nivel mundial. Nadie le cree nada y la letra del inmortal tango “Cuesta abajo” del uruguayo Carlos Gardel y el brasileño Alfredo Le Pera, es el mejor ejemplo:
Si arrastré por este mundo
La vergüenza de haber sido
Y el dolor de ya no ser…
Hoy la Conmebol, es un organismo que no es ni la sombra de lo que fue y lejos de sus cometidos originales, solo se preocupa en recaudar y no protege a sus principales fuentes de ingresos; el jugador de fútbol y los entrenadores, a los que castiga sin ningún miramiento.
No se puede pretender sancionar a los integrantes de la selección de Uruguay y a su entrenador, Marcelo Bielsa, por el lógico acto de cualquier persona bien nacida de defender a sus familias del ataque cobarde de simpatizantes de Colombia, en las tribunas del estadio norteamericano. Mujeres y niños rodeados de violentos que agredían sin ningún freno a personas sin la intervención policial que debió estar prevista por la Conmebol.
Marcelo Bielsa denunció valientemente estos aberrantes hechos y ahora estudian sancionarlo. No tienen perdón.
Preguntaron en la conferencia de prensa al DT de Uruguay si esperaba sanciones a sus jugadores por ir a defender a sus seres queridos atacados por la horda de salvajes, respondió: “Me tendrían que preguntar si los jugadores han recibido disculpas de los que tienen que salvaguardar la seguridad de los espectadores”, aseveró.
Bielsa, con razón, agregó: “Si no hacían eso, hubieran sido condenados por todos, cómo no vas a defender a tu madre, a tu hermana, a tu bebé. Cómo no los vas a defender si los argumentos para que eso no suceda fallaron: prevención y puerta de escape. La sanción no es para los futbolistas si no para aquellos que los obligaron a actuar como actuaron”, explicó en un mensaje directo a los dirigentes de la Conmebol que actuaron con una pasividad pasmosa y todavía pretenden sancionar a los charrúas por defender a sus familiares.
Pero el vicepresidente de la Conmebol si puede agredir sin consecuencias
Mientras el ente rector del fútbol sudamericano, intenta sancionar a jugadores de Uruguay por ir a defender legitimamente a sus familiares atacados por hinchas colombianos, guarda silencio por la violencia de su vicepresidente detenido en la Copa América.
Según las autoridades policiales de EEUU, fueron detenidos el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún, que fue arrestado junto con su hijo Ramón Jamil Jesurun, tras ser acusados de agredir a golpes guardias de seguridad del estadio en la final de la Copa América. Hoy fueron liberados tras pagar una fianza, pero el juicio continúa.
Ramón Jesurún es también vicepresidente de la CONMEBOL y miembro del Consejo de la FIFA y ahora enfrenta tres cargos graves de agresión contra funcionarios de seguridad.
El dirigente colombiano y su hijo, fueron liberados bajo fianza pero el proceso sigue.
Entonces surge la pregunta: ¿Con qué autoridad moral puede la Conmebol sancionar a otros?
