El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha expresado su profunda preocupación por la situación actual en Guatemala en aspectos relacionados con el respeto a los Derechos Humanos, la corrupción y la coordinación e independencia de los poderes del Estado, entre otros aspectos.
Las declaraciones la ha realizado el representante del organismo internacional al término de su visita oficial al país. Durante su estancia, Türk se reunió con el presidente Bernardo Arévalo, así como con altos funcionarios del Gobierno, miembros del poder judicial, del Congreso y el Procurador de los Derechos Humanos.
Türk destacó que la polarización entre los estamentos institucionales es enorme y que la opinión pública está muy fragmentada. Para que un Estado funcione, los tres poderes deben trabajar en consonancia, aseguró, agregando que para lograrlo hay que cambiar de parámetro. Las instituciones deben dejar de protegerse a sí mismas para proteger a las personas.
“Los niveles de corrupción siguen siendo muy elevados y la desconfianza entre distintos colectivos no hace más que crecer,” declaró. En este sentido, hizo eco de las palabras de un defensor de derechos humanos con quien se reunió: “La democracia sigue en peligro. Debemos hacer todo lo necesario para cambiar el estatus quo”. Türk subrayó su acuerdo con esta evaluación, afirmando que mantener el estatus quo es insostenible y no beneficia a nadie.
Para abordar estos desafíos, Türk señaló que es crucial cambiar de enfoque: “Las instituciones deben dejar de protegerse a sí mismas para proteger a las personas”. Asimismo, enfatizó que todas las leyes aprobadas deben respetar los estándares internacionales de derechos humanos, un mensaje que transmitió a los diputados con quienes se reunió en el Congreso.
Otro de los puntos críticos señalados por el Alto Comisionado es la necesidad de resolver los altos niveles de desigualdad para que los jóvenes decidan quedarse y comprometerse con la construcción de su país, en lugar de optar por la emigración.
La desigualdad de género y la violencia contra las mujeres y las niñas también fueron destacados como grandes retos. “Las guatemaltecas sufren una enorme brecha de género en todos los aspectos, especialmente en lo que se refiere a representatividad institucional”, afirmó Türk.
La discriminación estructural, así como los niveles de racismo y desigualdad que enfrentan los Pueblos Indígenas Maya, Xinka, y Garífuna, y la población Afrodescendiente, son otros de los desafíos más acuciantes mencionados. Türk expresó su preocupación por el alto número de desalojos y el despojo de tierras, así como la falta de reconocimiento de los derechos colectivos y el acceso a la justicia y servicios básicos.
El Alto Comisionado también hizo un llamado urgente para que se implementen más políticas públicas que aborden eficazmente toda forma de discriminación y garanticen el pleno ejercicio de derechos en condiciones de igualdad para personas LGBTIQ+, personas con discapacidad y otros grupos en situación de vulnerabilidad.
Finalmente, Türk manifestó su profunda preocupación por el uso indebido de la legislación penal para perseguir a defensores de derechos humanos, operadores de justicia, periodistas, estudiantes y autoridades indígenas. “Es especialmente lamentable que los perseguidos sean quienes intentan combatir la corrupción o que la exponen, y aquellos que luchan para que graves violaciones de derechos humanos ocurridas en el contexto del conflicto armado interno (1960-1996) no queden impunes”, concluyó.