
Carlos Quintana, jugador de Rosario Central de Argentina alimentó innecesariamente la violencia: “Sabemos que el partido en Uruguay va a ser una guerra, durísimo. Los espacios no van a ser los mismos, pero estamos de igual a igual y vamos a ir a pelearla”. Argumentó que será una guerra “por todo lo que se vivió, porque necesitamos ganar y porque ellos son un equipo muy duro”.
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Las declaraciones del jugador “canalla”, desnudan una realidad que la Conmebol debe tener en cuenta y prevenir, porque el descontrol de los fanáticos rosarinos es ya conocido y la violencia que emplean la vimos en el partido de ida en el estadio de Arroyito. Quintana no hace más que encender la mecha de la confrontación de los descerebrados que toman estas palabras como incentivo para generar desmanes.
La cobarde agresión al jugador de Peñarol, Maxi Olivera, quedó registrada en televisión.
¡¡INCIDENTES LUEGO DEL FINAL EN ROSARIO CENTRAL VS. PEÑAROL!! Los hinchas del Canalla agredieron a Maximiliano Olivera. Tenso momento en el campo de juego…
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— SportsCenter (@SC_ESPN) April 5, 2024
🚨 AGRESIÓN Y DIRECTO AL HOSPITAL
🟡⚫️ Maxi De Olivera, jugador de Peñarol, fue agredido con un proyectil desde la tribuna de Rosario Central una vez finalizado el partido
El futbolista fue inmediatamente trasladado a una guardia pic.twitter.com/nruPINssvS
— Diario Olé (@DiarioOle) April 5, 2024
Pero eso no fue todo; antes del comienzo del partido los fanáticos de Rosario Central, agredieron a los hinchas de Peñarol lanzando vallas metálicas desde la tribuna superior en un hecho que los dirigentes rosarinos debieron prever y no colocar a los aficionados visitantes en un sector donde los dejaron expuestos a la violencia de los agresores.
Hasta el diario rosarino La Capital informó de la errónea decisión de la dirigencia canalla.
Lo que pueda ocurrir en Montevideo, en el partido revancha, será de exclusiva responsabilidad de la Conmebol, si no toma las medidas necesarias para evitar lo que puede ser una tragedia anunciada.