Sin vergüenza: Cristina Kirchner terminó procesada por corrupción y todavía habla…

Para algunos analistas, la exmandataria padecería el llamado "síndrome de Hubris", definido como "la enfermedad del poder", porque la persona que lo sufre "piensa que sabe todo, que la realidad es la que ella cree que es, y no la que es, piensa que los otros no saben nada y, como tal, los desprecia"

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Cristina Kirchner y Axel Kicillof - Foto archivo Presidencia

Por Paco Tilla.-

Lo de la expresidente Cristina Kirchner es un caso que merece un estudio psiquiátrico, porque arrasó con todo, cometió ilícitos, se rió en la cara de los argentinos y terminó procesada por corrupta.

Pero en su delirio, la condenada se cree con derecho a opinar sobre el gobierno de Milei y olvida sus propios desastres.

Para algunos analistas, la exmandataria padecería el llamado “síndrome de Hubris”, definido como “la enfermedad del poder”, porque la persona que lo sufre “piensa que sabe todo, que la realidad es la que ella cree que es, y no la que es, piensa que los otros no saben nada y, como tal, los desprecia”.

Kirchner anuncia que reaparecerá en público en un acto: “El lunes temprano recibí una invitación de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, para la inauguración del microestadio Presidente Néstor Kirchner, que se llevará a cabo este próximo sábado a 21 años de la elección presidencial del 27 de abril del 2003, en la que mi compañero de vida salió segundo con el 22% de los votos”, escribió en su cuenta de (antes Twitter).

En el mismo post, la delirante expresidente arremetió contra Milei: “Esa misma noche escuché al presidente Javier Milei por cadena nacional explayarse sobre el resultado de su gobierno al que calificó de ´milagro económico´ y ´hazana de proporciones históricas a nivel mundial´, indicando que el mismo solo es posible por el esfuerzo de la ´mayoría de los argentinos que están sufriendo´ pero que esta vez ese esfuerzo ´va a valer la pena´, para concluir que ´no hay alternativa más que emprender el largo camino por el desierto hacia la tierra prometida´ del que, sin embargo, anunció que ´ya hemos recorrido más de la mitad del camino´”, apuntó, y señaló: “Breve digresión: resultó conmovedor escucharlo decir ´no es magia´”.

La magia que Cristina K no hizo

El cinismo de esta señora es inconmesurable, no puede medirse. No recuerda que con su “varita mágica” y sus órdenes totalitarias condenó a su país a pagar más de 16.000 millones de dólares por la expropiación improcedente que Argentina hizo en 2012 de la compañía petrolera YPF bajo su gobierno. El grave perjuicio que le dejó a la administración de Milei, que ahora apela la resolución de la jueza federal del Distrito Sur de Nueva York, Loretta Preska, que falló a favor del fondo Burford Capital, que impulsó la demanda tras adquirir los derechos de litigio de dos sociedades constituidas en España, Petersen Energía Inversora y Petersen Energía, antes pertenecientes al grupo argentino Petersen, que tenía un 25 % de acciones en YPF-, al que se sumó Eton Park -fondo estadounidense que tenía el 2,9 % de YPF-.

Todo lo hizo mal, incluso avalada por su entonces inoperante Ministro de Economía, Axel Kicillof, tan delirante como ella.

Que hoy hable, es una falta de respeto a los argentinos.

NOTA: Un tribunal penal en Argentina condenó en diciembre de 2020 a Cristina Fernández de Kirchner a 6 años de prisión por el delito de administración fraudulenta durante los 12 años que gobernaron ella y su difunto marido, el expresidente Néstor Kirchner (2003-2015).