¿Hasta dónde llega la necesidad de mantenerse en el poder del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez? Difícil saberlo, salvo que tras asegurar que jamás iba a pactar con el populismo y luego hacerlo, hacen pensar en una psicopatía oculta que le debilita el cerebro y le hace actuar de esa manera.
Su anuncio de que “reflexiona” para decidir si deja el gobierno o no, debido a la investigación de la trama de presunta corrupción de su mujer, Begoña Gómez, es solo un circo para victimizarse. Nadie le cree; ama demasiado el poder como para dejarlo.
Cristina Kirchner y el Síndrome de Hubris
Hace un tiempo en Argentina, en 2013, el reconocido periodista Nelson Castro, presentador de televisión, escritor, médico, neurólogo, en referencia a las actitudes desmesuradas de la expresidenta Cristina Kirchner, señaló que la mandataria estaba afectada “del mal del poder que tiene un nombre: Síndrome de Hubris”. “Tenemos derecho de saber el estado de salud de la Presidenta”, manifestó en esos años de gobierno de la entonces presidenta de los argentinos.
Al respecto, Castro en diálogo con el programa “Palabras más palabras menos” que se emite por la el canal de cable Todo Noticias, afirmó: “Yo hablé de desequilibrio emocional, no de su estado mental. El síndrome de Hubris se trata con un sistema republicano que le ponga límites al poder”.
“Los médicos presidenciales hablan con otros colegas. Yo consulto con gente profesional muy directa a la Presidenta. Esa información está confirmada por fuentes directas y distintas. Lo que yo dije es pura información”, sostuvo Castro.
“Yo lo que marco al dar la cita es que hoy esto está publicado en revistas científicas de mucho prestigio dentro de la neurociencia. Hice una diferenciación muy clara entre los trastornos emocionales y la enfermedad del poder. Yo no dije que la Presidenta estaba loca sino que está afectada por este mal del poder”, explicó. En definitiva, Castro expresó que Kirchner, “está afectada por el mal del poder”.
¿Qué es el “Síndrome de Hubris”?
El “Síndrome de Hubris” es un trastorno que se caracteriza por generar un ego desmedido, un enfoque personal exagerado, aparición de excentricidades y deprecio hacia las opiniones de los demás.
Se destaca que no es una enfermedad, sino que se considera más bien un subtipo del trastorno narcisista de la personalidad que desarrollan grandes políticos o demás personas poderosas. Son mandatarios con inclinación a la grandiosidad, con aspiraciones casi mesiánicas y con una intensa incapacidad para escuchar las opiniones de los demás.
Pedro Sánchez y sus actitudes
La neurología estudia este trastorno que se caracteriza por un ego desmedido y esto parece ser lo que le ocurre al presidente del Gobierno de España, según expertos.
Lo que si destacan analistas políticos, es que Sánchez no renunciará y que luego dirá en tono mesiánico que no dará un paso al costado porque quiere que su obra no quede inconclusa, donde según él, bajo su gobierno, España se consolida, aunque hoy la mayoría de los ciudadanos no opinan lo mismo.
“Es un ser caprichoso que amaga irse, y para satisfacer su ego desmedido, espera que los serviles que le rodean le pidan por favor que no renuncie”, explicó un analista.
El cinismo de Sánchez no tiene remedio, es un psicópata que está destrozando a España y seguido por una pandilla de delirantes tan dementes cómo él
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