Cuando Javier Milei asumió la presidencia de Argentina, habló de austeridad y del severo ajuste que haría en la economía arrasada que dejó el gobierno saliente de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, pero el libertario no imaginó el alcance del despilfarro que había heredado.
Millones de pesos en contrataciones innecesarias de miles de funcionarios que -luego se descubrió – ni siquiera iban a trabajar y en cientos de plantillas se encontraron con una superpoblación de contratados para una misma labor. Milei ordenó que al término de sus contratos, los mismos no les fueran renovados.
Los salarios de estos miles de empleados contratados por el kirchnerismo, eran pagados con los impuestos de los ciudadanos, que insólitamente terminaban subvencionando a quienes nada aportaban.
Ahora, los senadores decidieron aumentarse aun más sus altos ingresos, sin importarles la situación de emergencia que se vive en el país, solo los legisladores de Milei votaron en contra de esos incrementos.
Un informe de TN reveló un número de asesores sideral, que conllevan un gasto de $840 millones mensuales. Se trata de 1132 empleados para 72 senadores. Fue tal el revuelo en la Cámara Alta, que en las últimas horas se hizo oficial la conformación de una comisión para revisar las contrataciones en el Senado.
Respecto del trabajo que se hará en la Cámara Alta, se establece que “el estudio comprenderá los últimos dos (2) años de gestión e incluirá un análisis de la designación, capacidad y ubicación laboral de las plantas permanente, temporaria y contratados; las re categorizaciones; los agentes con destino en tramite y con requisitos jubilatorios”.