La portavoz del gobierno socialista de Pedro Sánchez, Pilar Alegría, ha acusado al partido proetarra EH Bildu de “cobarde” y “negacionista de la historia y la democracia”, porque su candidato en Euskadi, Pello Otxandiano, se negó a calificar a ETA de “terrorista”.
“ETA fue una banda terrorista y no reconocerlo así no es solo cobarde, sino una absoluta falta de respeto y demuestra un negacionismo incompatible con la democracia”, afirmó la ministra portavoz, Pilar Alegría.
Pero es tal el desconcierto que se vive en Moncloa -sede del Gobierno español- donde Pedro Sánchez tiene un doble discurso con respecto a Bildu, porque recurre a la formación proetarra cuando necesita sus votos en el Congreso y los defensores de ETA, son socios del gobierno socialista.
Lo insólito es que Sánchez seguirá haciendo acuerdos con Bildu, a pesar de ser un colectivo ultra que no condena el terrorismo de la banda criminal.
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, el socialista Óscar Puente, dijo estar decepcionado con el candidato de EH Bildu a lehendakari que no ha querido calificar a ETA como una banda terrorista, pero Puente admite que el Gobierno de Sánchez continuará acordando con los abertzales porque lo importante es “para qué, no con quién”.
El PP reta a Sánchez a firmar ante notario el compromiso de aislar a Bildu en todas las instituciones
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, interpela directamente a Sánchez por la negativa de sus socios a reconocer el terrorismo y le insta a romper hoy mismo sus pactos con Bildu en el Gobierno central, en Navarra y en Pamplona.
En nombre de la ética y de la moral en la política, reclama que finalice el cinismo del PSOE y que no se tome el pelo a los españoles mostrando equidistancia en la campaña electoral con Bildu mientras mantiene pactos constantes y continuos con los de Otegi.
Recuerda que Sánchez es presidente porque Bildu ha querido, ya que si sus cinco diputados hubieran votado en contra, hoy no presidiría el Gobierno de España.
Denuncia que en el Gobierno de España “está el extremismo de izquierdas populista más rancio de todos los países de la Unión Europea”, así como la dependencia de Sánchez de los independentistas.
Sostiene que España es una “anomalía democrática en la UE” y lo ejemplifica con la legislación en materia de seguridad jurídica.
Avanza una proposición de ley del PP para penar con mayor intensidad la reincidencia en los hurtos, los robos y la okupación. “Tenemos que dar seguridad jurídica a los ciudadanos porque viven en un Estado de derecho”, explicó.
