Uruguay, Lula, Gleisi Hoffmann y el Foro de São Paulo

Lula no tiene la menor afinidad con los postulados de la democracia, aunque intente fingir que sigue esos lineamientos

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Lula y Gleisi Hoffman Foto (PT)

Quien apueste por Lula da Silva como demócrata perderá irremediablemente lo que haya arriesgado.

Lula no tiene la menor afinidad con los postulados de la democracia, aunque intente fingir que sigue esos lineamientos.

No tiene inconvenientes en reconocer públicamente que es un “orgullo que le califiquen de comunista”. En la sesión de apertura del encuentro del Foro de São Paulo en junio del año pasado, Lula expresó, “nos acusan de comunistas pensando que nos sentimos ofendidos por eso” y agregó, “Nos ofenderíamos si nos llamaran nazis, neofascistas, terroristas…. pero, comunistas, socialistas, nunca; eso no ofende. Eso nos enorgullece”, aseguró acompañado por la presidenta nacional del ultraizquierdista Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann.

Días atrás,  el mandatario brasileño, dijo algo que deja en claro su ideología y la forma en que ha infiltrado a la Justicia de Brasil, para blindarse de futuras acusaciones en su contra.

En diciembre de 2023, Luiz Inácio Lula da Silva, en la inauguración de la IV Conferencia Nacional de la Juventud, en Brasilia, dijo que estaba feliz de poder “colocar a un ministro comunista” en el Supremo Tribunal Federal (STF).

“No saben lo feliz que estoy hoy. Por primera vez en la historia de este país logramos colocar en el Tribunal Supremo de este país a un ministro comunista, un compañero de la calidad de Flávio Dino”, dijo Lula enfervorizado por la noticia.

Pero eso no es todo, en agosto de 2023, en medio de una gran polémica en Brasil, el abogado Cristiano Zanin fue juramentado como Ministro del Supremo Tribunal Federal (STF), un cargo para el que fue designado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su nombramiento despierta suspicacias por la estrecha relación personal entre el mandatario y el nuevo ministro que fue el defensor de Lula en las causas judiciales en las que estuvo involucrado.

Con esto se cumple lo ordenado en el Documento base del XXIII Encuentro del Foro de São Paulo desarrollado en Managua en 2017, donde dice textualmente:

“La izquierda debe proponerse la toma de todas las instituciones y no solamente la presidencia o las diputaciones. Es importantísimo la toma del poder judicial, los aparatos militares y los medios de comunicación.  La izquierda debe aprovechar las jornadas electorales como tribuna para denunciar a la derecha y posicionar su proyecto. Utilizando no solamente lo que pasa en cada país, sino lo que pasa en el resto del mundo, ya sea a nuestro favor o cuestionando al imperialismo”.

Uruguay en la mira del Foro de São Paulo

Bajo las órdenes de Lula da Silva, la protegida del mandatario de Brasil, Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), llegó a Montevideo para apoyar públicamente al Frente Amplio (FA) de Uruguay, en un acto claro de intromisión en los asuntos internos de otros países.

Hoffmann dijo que el FA ha sido una referencia para la construcción de su partido y su política de alianzas de la izquierda y prometió una “torcida grande” del PT para que la izquierda uruguaya “hermana” recupere el poder.

Ya se sabe lo que significa una “torcida grande” del PT y del Foro de São Paulo en las elecciones de Colombia y Chile, lo vimos en la desestabilización y la violencia previa a los actos electorales en esos países.

LEA: El Foro de Sao Paulo busca el control de Uruguay – Por Alejandro Peña Esclusa

Desestabilización en Argentina

La canciller del nuevo gobierno de Argentina, Diana Mondino, reveló que en el país se encuentran agentes de la inteligencia cubana y venezolana:  “hay infiltrados de Cuba y Venezuela en el país que son especialistas en desestabilizar gobiernos”, denunció la jefa de la diplomacia.

En entrevista con el canal de noticias TN y al ser consultada sobre la presencia de agentes extranjeros con intenciones de desestablizar al gobierno, Mondino explicó que “Lamentablemente es así. Está comprobado de varias maneras. Algunos incluso parecían periodistas (…) En los disturbios que hubo hace dos años en Chile también había gente de otros países y que tienen aparentemente un grado de preparación importante. Y si no me equivoco ahora en Ecuador me parece que también había gente de otros países”, aseveró la funcionaria del gobierno de Javier Milei y agregó: “el premio por sacar a Javier debe ser muy grande”.

Mondino dijo que estas personas estarían en Argentina con la finalidad de “hacer lío”, y que con el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, “tenían libertad de entrar y salir” y resaltó, además, de que “no tenían consecuencias de sus actos”.

1 Comentario

  1. Uruguay debe tomar nota de todo esto que es muy grave. Ya se sabe -como ejemplo – lo que hicieron en Chile, Colombia y Ecuador

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