El presidente de Brasil, Lula da Silva, en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), pidió en su discurso “parar la carnicería” en la Franja de Gaza; defendió el fin de los bloqueos contra Cuba en las relaciones internacionales y una mayor integración de América Latina y el Caribe.
Pero -según analistas- perdió la oportunidad de exigirle a su amigo, Nicolás Maduro, que garantice elecciones libres y sin proscriptos en Venezuela, y que levante la prohibición que pesa sobre la principal líder de la oposición al chavismo, María Corina Machado.
Según se informa, Maduro le “prometió” a Lula la realización de elecciones en el segundo semestre del año, pero nada más.
“Defender el fin del bloqueo en Cuba y la soberanía argentina en las Malvinas nos interesa a todos”, afirmó el mandatario brasileño.
Evitó en todo momento referirse a la falta de libertades en Venezuela, la persecución a quienes piensan diferente, las torturas y las desapariciones de dirigentes opositores.