“Vamos a cerrar la agencia Télam que ha sido utilizada durante las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista”, anunció el presidente Javier Milei en su discurso del viernes pasado ante el Congreso de Argentina.
En la medianoche del domingo, la oficina central de la agencia estatal de noticias ubicada en Buenos Aires, fue vallada y los empleados pasaron a puestos de disponibilidad licenciados con goce de sueldo por una semana, para luego resolver a donde irán a prestar funciones.
La agencia Télam, que es financiada por los aportes de los ciudadanos argentinos a través del pago de sus impuestos, pero da pérdidas al Estado y desde el gobierno frenaron esa sangría y decidieron destinar esas millonarias sumas de dinero en las necesidades de la gente, informaron fuentes oficiales.
Télam tuvo ingresos operativos por $12.288 millones, y gastos por $18.023 millones, un déficit anual de $5.735 millones (15,7 millones por día), dijeron. Y agregaron que para este año se proyectaba una pérdida de $20.000 millones, informó La Nación.
La agencia, según informan analistas desde Buenos Aires, era un centro alejado de la pluralidad, con una fuerte tendencia a resaltar a las actividades del kirchnerismo.
Un comparativo deja en claro que los altos gastos con 700 funcionarios en Télam, eran injustificables, viendo como trabajan otros grandes medios de comunicación

Este cierre de Télam, no debe de tomar de sorpresa a nadie, puesto que Milei en su campaña electoral, había anunciado que eliminaría esta dependencia estatal.













