Las calles de Madrid han sido testigo una vez más de la fuerza y la determinación del sector agrario en su búsqueda de soluciones. Este domingo, en una nueva jornada de protestas, agricultores y ganaderos han convergido en la capital española, demandando acciones concretas para abordar sus preocupaciones.
Según cifras proporcionadas por la Delegación de Gobierno, alrededor de 450 personas y 78 tractores han participado en esta movilización. Sin embargo, los convocantes, la Unión de Uniones, han elevado estas cifras, indicando que entre 150 y 200 vehículos agrícolas y más de 2.000 personas a pie se han unido a esta tractorada histórica.
Bajo el lema ‘Nos siguen sobrando los motivos’, la marcha ha sido una expresión vibrante de unidad y determinación. Los manifestantes, procedentes principalmente de Madrid, Castilla y León, y Castilla-La Mancha, han recorrido el Paseo de la Castellana hasta el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, portando banderas de España, insignias regionales y transmitiendo su mensaje con cencerros y bocinas.
“Si el campo no produce, la ciudad no come”, afirmó Luis Cortés, coordinador estatal de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, subrayando la importancia crucial del sector agrario para el abastecimiento alimentario nacional. En su discurso, Cortés demandó igualdad de condiciones para los productores nacionales frente a los extranjeros, criticando la burocracia medioambiental que ha infiltrado la Política Agraria Común (PAC).
La movilización también sirvió como plataforma para una generosa muestra de solidaridad. Los organizadores entregaron 27 garrafas de 5 litros de aceite de oliva, un total de 135 litros, a la organización Mensajeros de la Paz. Este gesto no solo buscaba evidenciar la necesidad de hacer accesible el aceite de oliva para todos los consumidores, sino también proporcionar apoyo a las personas menos pudientes.
Este evento marca la tercera manifestación en Madrid del sector agrario y la segunda convocada por Unión de Uniones, en el contexto de una serie de movilizaciones que comenzaron hace seis semanas y que continúan ganando impulso.
Los manifestantes insisten en su llamado a la acción y advierten que estas protestas no serán la última. La Unión de Uniones está decidida a seguir presionando por un cambio significativo y una interlocución con el ministro de Agricultura, Luis Planas, con la firme convicción de que el futuro del campo español depende de ello.













