El presidente venezolano Nicolás Maduro, ya no oculta sus intenciones y según analistas, copia el sistema dictatorial de su amigo Daniel Ortega de Nicaragua, para inhabilitar a los candidatos opositores y seguir gobernando en forma fraudulenta.
El tirano chavista ya ni se preocupa en guardar las formas y este domingo, en el acto del 32º aniversario del fallido golpe de estado del 4 de febrero de 1992 contra el exdictador Hugo Chávez (1999-2013), Maduro dijo: “Somos el pueblo en el poder (…). Vamos a ganar por las buenas o por las malas”, amenazó.
Sin mencionar la grave situación que atraviesa el país, la pobreza y el hambre que acosa a los ciudadanos, el chavista dijo que a los sectores extremistas “los mueve el odio, la ambición desmedida, el espíritu de venganza” y ante ello la Revolución Bolivariana debe estar preparada “para hacernos respetar en las calles, con el pueblo, con unión cívico-militar”.
Reiteró que “ya es tiempo que –la ultraderecha- vaya aprendiendo a respetar” y cesen las maniobras para atentar contra la estabilidad nacional.
En su discurso dirigió su mensaje a los dirigentes opositores, a los que la Justicia afín al régimen los ha proscrito y aprovecha para amenazarlos.
“Es contigo (Leopoldo) López, es contigo (Henrique) Capriles, es contigo (María) Machado, es contigo (Antonio) Ledezma, es contigo (Juan) Guaidó: respeten que, ante cualquier invento, el pueblo a la calle a defender la paz, a triunfar por el camino de la paz”, puntualizó al recalcar que “de este lado siempre, el equipo gana y vamos a ganar”.
Maduro y su séquito tienen un inmenso terror a perder el poder y por lo tanto no habrán elecciones libres y democráticas en Venezuela y seguirá siendo un país viviendo en una dictadura que ejerce la represión más atroz a su pueblo.













