Los manifestantes radicales de izquierdas y de organizaciones sociales que protestan frente al Congreso argentino que debate la Ley Ómnibus del presidente Javier Milei, intentaron ocupar la avenida Rivadavia para impedir la libre circulación y la Policía Federal y la Gendarmería cargó contra los vándalos impidiendo esa acción prohibida.
La manifestación es permitida siempre y cuando no se altere la circulación y el libre desplazamiento de vehículos y personas, algo que los líderes de la protesta no admiten y lanzan piedras y botellas contra las fuerzas del orden.
El diputado ultraizquierdista, Nicolás del Caño, salió del recinto parlamentario para incentivar la violencia y no para contenerla. Un militante de Milei que observaba los hechos dijo a ICN Diario que el legislador no apaciguaba los ánimos de sus seguidores y que se quejaba de la acción policial “hablando sin sentido y recordando la miseria que perciben hoy los jubilados”– explicó el joven libertario y agregó que del Caño miente, “porque durante el mandato anterior del kirchnerismo, votó leyes del gobierno de Fernández y no le molestaba la miserable retribución que cobraban los jubilados”.
La policía debió apelar a lanzar gases lacrimógenos para contener a los manifestantes.
La ultraizquierdista diputada y excandidata presidencial, Myriam Bregman, que tampoco logró una representación significativa en el Congreso y que no protestó en contra de la pobreza que dejó el gobierno kirchnerista ha exigido que se termine el hostigamiento a todos los manifestantes, más allá de cuál sea su pertenencia política.