¿Habilitar o no a María Corina Machado para ser candidata presidencial en Venezuela? El asunto, que deberá resolverse judicialmente en los próximos días, es una “prueba de fuego” en la política de este país gobernado por el chavismo desde hace 25 años y que este 2024 se jugará su continuidad, de acuerdo con analistas.
Nicolás Maduro, en el poder desde 2013 tras la muerte de Hugo Chávez, no ha confirmado que será candidato, aunque líderes de su partido ya lo dan como un hecho.
Las elecciones aún no tienen fecha. Gobierno y oposición acordaron que se celebren en el segundo semestre del año como parte de un acuerdo suscrito en Barbados, en el que Estados Unidos ha dado incentivos a favor del diálogo, como el alivio de sanciones contra la industria petrolera venezolana.
Machado, ganadora de las primarias presidenciales de la oposición con más de 92 % de los 2,1 millones de votos, en octubre, impugnó en diciembre una inhabilitación que tacha de ilegal y espera ahora una respuesta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
La inhabilitación es por 15 años según la Contraloría General, un organismo oficial bajo el control del chavismo.
La decisión la tendrá el TSJ, que tiene una larga historia de fallos contra la oposición.
El caso puede terminar de dos maneras: una, donde se habilite a Machado y pueda ser candidata; y otra, donde se confirme que no puede postularse o incluso donde no exista respuesta oportuna del poder judicial sobre esa restricción.
Si la corte falla en contra o mantiene silencio, otro posible escenario es que se decida escoger a un sustituto y que Machado tenga una opinión preponderante en ello, opinó el politólogo Walter Molina Galdi.
La inhabilitación será la gran “prueba de fuego” para la unidad opositora, consideró.
Para Molina Galdi, no solo es vital cómo se elegirá a ese eventual candidato sustituto, sino también cuándo tomar esa decisión a medida que avance el calendario.
“No es lo mismo decirle a la gente, faltando muchos meses para la elección presidencial, que hay un sustituto, a ir ‘hasta el final’ y allí anunciarlo”, es decir, dentro de varios meses, advirtió el analista a la Voz de América.
Recordó que Machado ha llamado a conformar “una gran alianza nacional” para derrotar al chavismo y que sus primeros pasos han sido participar en eventos internos de Primero Justicia y Voluntad Popular.
En un mensaje difundido hace días, Machado llamó a la gente a conformar sus propios comandos de campaña en sus casas, calles y barrios con el fin de crear una red de 600.000 voluntarios para defender el voto en las presidenciales venideras.
“Si todos los que aspiran a un cambio caminan juntos, es posible lograr lo que Machado dijo en su mensaje de año nuevo: organización interna y apoyo internacional en paralelo a las negociaciones para una elección real”, dijo Molina Galdi.
¿Barniz de democracia para el gobierno?
La habilitación de Machado como candidata puede servir al chavismo gobernante para aplicarse un “barniz de democracia” y proyectar una imagen de separación de los poderes públicos, de acuerdo con el politólogo Nicmer Evans.
Evans consideró que “es un alto riesgo” para el chavismo que Machado supere “paso a paso” los impedimentos a su candidatura mientras avance la contienda.
Las encuestas de firmas privadas reflejan un amplio margen de ventaja en la intención de voto a favor de la dirigente opositora en contra de Maduro.
VOA













