Alerta: el uso del reconocimiento facial preocupa a las entidades de derechos humanos

Si bien las autoridades defienden que la medida es eficaz para combatir la delincuencia, expertos en derechos humanos y seguridad señalan los riesgos de un aumento del racismo y la privación de libertad. El racismo y la privación de libertad son las principales críticas a la tecnología

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Mientras esperas un tren en la estación, caminas por la calle o te relajas en la playa, es posible que te vigilen las cámaras de seguridad, que envían imágenes directamente a un centro de control policial. Allí, un programa informático accede a la base de datos con rostros de sospechosos de delitos y los compara con imágenes de cámaras. Lo que parece un guión de ciencia ficción es una realidad desde hace un tiempo en distintos puntos del país, donde los sistemas de reconocimiento facial son cada vez más utilizados en la seguridad pública.

El caso más reciente fue la adopción por parte de concesionarias de transporte público en Río de Janeiro de tecnología controlada por la Policía Militar. Más de 1.000 cámaras colocadas en estaciones y carreteras ya están disponibles para el trabajo de la corporación.

Si bien las autoridades defienden que la medida es eficaz para combatir la delincuencia, expertos en derechos humanos y seguridad señalan los riesgos de un aumento del racismo y la privación de libertad.

Horrara Moreira es abogada y coordinadora de la campaña Quita Mi Cara de Tu Mira que defiende la “prohibición total del uso de tecnologías digitales de reconocimiento facial en la seguridad pública en Brasil”. Según ella, el primer problema a considerar es la aparición de detenciones por error.

“Está el problema de la identificación, cuando ocurre un error en la información biométrica del rostro y al compararla con la base de datos. Y hay errores derivados de los procedimientos del propio sistema de justicia, como órdenes de detención vencidas o ya cumplidas”, advierte Horrara.

¿Y si fuera posible mejorar las tecnologías disponibles, hasta el punto de eliminar prácticamente el número de errores? Aun así, Horrara afirma que esto no evitaría otro problema grave: la característica inherentemente racista del sistema.

“Muchas tecnologías de reconocimiento facial utilizan la inteligencia artificial como regla de procesamiento matemático. Puede ser aprendizaje profundo o aprendizaje automático , en el que previamente le proporcionas una base de datos para que pueda aprender a identificar los rostros de las personas en general. Y también es necesario definir criterios sobre quién es hombre, mujer, blanco, negro y enseñar a la máquina a identificar estos patrones. Cualquier sesgo en el entrenamiento de esta máquina influirá en la tasa de precisión. Y la formación no es transparente. Si le doy a la máquina más información sobre los negros, puede indicar que los negros cometen más delitos que los blancos”, dice el abogado.

Thalita Lima coordina Panóptico, un proyecto sobre reconocimiento facial en el Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía (CESeC). Sostiene que la tecnología no produce un impacto significativo en la reducción del crimen y cita los ejemplos de Salvador y Río de Janeiro para corroborar el argumento.

“El estado que más utilizó el reconocimiento facial en Brasil fue Bahía, donde más de 60 municipios ya lo adoptaron como medida de seguridad pública. Salvador está plagado de cámaras que utilizan esta tecnología. Y un estudio de Panóptico muestra que entre 2019 y 2022, los índices criminales de robos a transeúntes y atentados contra la vida no cambiaron significativamente”, dice Thalita.

“Al igual que en el estudio sobre Río de Janeiro, de un proyecto piloto que se realizó en 2019 en Copacabana y Maracaná, cuando se constató que la criminalidad aumentó. La seguridad pública implica medidas mucho más estructurales que la simple adopción de cámaras de reconocimiento facial”, añade Thalita.

El investigador destaca que también es necesario estar alerta ante la ampliación de la vigilancia sobre la población. En términos morales y políticos, ¿cuáles son los riesgos para la privacidad y el derecho a la libre circulación en las ciudades?

“Tenemos vigilancia a escala ampliada en entornos con gran circulación de personas, y necesitamos analizar qué otros estratos de derechos se flexibilizarán. No sólo el derecho a circular, el derecho a la movilidad, el derecho a la ciudad, a espacios donde uno pueda circular y no correr el riesgo de ser abordado mal, sino que también es necesario proteger el derecho a la privacidad y a la libre expresión. en estos espacios. En Brasil, el uso de esta tecnología ha aumentado cada vez más sin reflexionar sobre los riesgos y sin informar sobre su impacto”, afirma.

El informe de Agência Brasil contactó a los gobiernos de los estados de Río de Janeiro y Bahía, mencionados en el artículo, para que presentaran más datos e informaciones sobre el sistema de reconocimiento facial. Pero hasta el momento no ha recibido respuesta.

Agencia Brasil.-