Por Eltor Nado (Si, soy manya).-
Rúben Bentancourt parece comprobar esa creencia -que muchos sostienen- de que hay jugadores que son solo para equipos chicos. En Peñarol pasó sin trascendencia, no hacía, incluso, el despliegue físico que hoy demuestra en Liverpool y esto es notorio.
Llegó a los aurinegros por su caudal de goles en equipos uruguayos con medianos destaques en las tablas; pero en Peñarol Bentancourt anotó tan solo 12 goles y dio 5 asistencias en 55 partidos.
Hoy, ha sido pieza fundamental en este presente del equipo de La Cuchilla, con su movilidad y con la presión que no tuvo jugando en los mirasoles y esto despierta la crítica. Quiso provocar con su festejo del gol y sus gestos a la TV, pero hay que dejarlo, porque como dice el refrán: Lo que natura no da Salamanca no presta.
Tal vez sea un tema de confianza o de la presión de vestir una camiseta de un equipo grande; no lo se, pero sería digno de analizar por entendidos en el tema.
Otro tanto podría decirse de Thiago Vecino, ex jugador de Nacional, que es goleador en Liverpool.
Así las cosas, Peñarol sigue sin acertar con un equipo competitivo y el presidente Ruglio, que ahora tendrá tres años más de mandato, deberá cambiar mucho para lograr devolver a los aurinegros a los primeros planos del fútbol uruguayo.
Y más allá de este comentario, Liverpool es un justo campeón uruguayo.
