El expresidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019), que siempre tergiversa la realidad, como es su costumbre, sostuvo este domingo que “es muy grave” la situación en Argentina y duda que Javier Milei, termine su mandato ante el descontento social por las medidas dispuestas por su Gobierno. No habló de los cuatro años del gobierno saliente y del estado en que dejaron al país con una inflación de tres dígitos, el 43% de los argentinos bajo la línea de pobreza y la clase trabajadora en emergencia, sumado a la inseguridad donde la delincuencia manda ante la pasividad de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
En la radio cocalera Kawsachun Coca, Morales dijo que “es muy grave lo que está pasando en Argentina” y que dirigentes sindicales de ese país y bolivianos que viven allá le comentaron sobre el encarecimiento de productos y servicios. (Morales parece ignorar que esa situación ya venía desde que la fórmula Fernández – Kirchner asumió el mandato).
“El 1 y 2 (de diciembre) estuvimos en Argentina. Yo dije (que) me despido por cuatro años. A lo mejor no van a ser cuatro años ahora, eso se siente, qué pasará porque hay una reacción total” y no dice que los ajustes se deben al desastre que dejó el kirchnerismo y los jóvenes que votaron por mayoría a Milei, no comulgan con el verso desestabilizador de la izquierda argentina.
Morales cuestionó que en Argentina se gobierne por “decreto” y consideró que esa forma de administrar el Estado es de “la derecha”. (Se olvidó de los decretos que él impuso siendo presidente de Bolivia y del atropello a la decisión soberana del pueblo en las urnas que en el plebiscito de 2016 le dijo no a sus pretensiones de volver a postularse; una decisión que Evo ignoró al imponer, en forma fraudulenta con jueces amigos, una resolución para descartar el referéndum).
“Ojalá no pase eso en Bolivia”, sostuvo Morales, que también lamentó los despidos de “miles de trabajadores” que entraron al Estado argentino durante la gestión de Alberto Fernández (2019-2023). (Trabajadores falsos, que se comprobó nunca iban a trabajar y perjudicaban al pueblo).
A su juicio, el Gobierno del presidente boliviano, Luis Arce, del que está distanciado pese a pertenecer ambos al MAS, también ha despedido a los funcionarios considerados “evistas”, o que le son leales. “Allí (en Argentina), peronistas fuera, aquí evistas fuera. Qué coincidencia”, agregó el exmandatario indígena.
