El Papa Francisco aprueba la bendición a “parejas irregulares” incluidos los homosexuales

Un cambio radical en la doctrina de la Iglesia Católica, el Papa Francisco ha autorizado formalmente a los sacerdotes para ofrecer bendiciones a parejas del mismo sexo

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Papa Francisco - Vatican News

Con la ‘Fiducia supplicans’ del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, aprobada por el Papa, será posible bendecir parejas formadas por personas del mismo sexo, pero al margen de cualquier ritualización e imitación del matrimonio. La doctrina sobre el matrimonio no cambia, bendecir no significa aprobar la unión, explican desde Roma.

En el comunicado oficial del Vaticano conocido este lunes se expresa: “Esta conciencia básica brilla en “Fiducia supplicans”, la Declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe sobre el significado de las bendiciones, que abre la posibilidad de bendecir a parejas irregulares, incluso del mismo sexo, aclarando claramente que bendecir en este caso no significa aprobar sus opciones de vida, y reiterando también la necesidad de evitar cualquier ritualización u otros elementos que puedan imitar remotamente un matrimonio. Es un documento que profundiza la doctrina sobre las bendiciones, distinguiendo entre las que son rituales y litúrgicas, y las espontáneas, que se caracterizan más bien como actos de devoción vinculados a la piedad popular. Es un texto que concreta, diez años después, las palabras escritas por el Papa Francisco en “Evangelii gaudium”: “la Iglesia no es una aduana, es la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas”.

La explicación del Vaticano

Ante la petición de dos personas de ser bendecidas, aunque su condición de pareja sea “irregular”, será posible que el ministro ordenado dé su consentimiento. Pero sin que este gesto de proximidad pastoral contenga elementos ni remotamente parecidos a un rito matrimonial. Así lo afirma la Declaración “Fiducia supplicans sobre el significado pastoral de las bendiciones, publicada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe y aprobada por el Papa. Un documento que profundiza en el tema de las bendiciones, distinguiendo entre las bendiciones rituales y litúrgicas, y las bendiciones espontáneas que se asemejan más a gestos de devoción popular: precisamente en esta segunda categoría se contempla ahora la posibilidad de acoger también a quienes no viven según las normas de la doctrina moral cristiana pero piden humildemente ser bendecidos. Desde agosto de hace 23 años, el antiguo Santo Oficio no publicaba una declaración (la última fue en el año 2000 “Dominus Jesus”), un documento de alto valor doctrinal.