El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, cerró su gira por Israel, Cisjordania y Egipto con declaraciones que han provocado la primera brecha diplomática significativa para el nuevo Gobierno de coalición. Desde el paso fronterizo de Rafah, el mandatario afirmó que “ha llegado el momento para que la comunidad internacional, especialmente la UE, tome una decisión sobre el reconocimiento del Estado palestino”. En caso de inacción, Sánchez advirtió que España tomará sus propias decisiones.
Estas afirmaciones generaron una fuerte reacción por parte de Israel, llegando al punto de convocar a la embajadora española, Ana María Salomón Pérez, para una “dura conversación de reprimenda”. Israel condenó las palabras de Sánchez, acusando a los líderes de España y Bélgica de dar apoyo al terrorismo. El ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, aseguró que están actuando conforme al derecho internacional y anunció la reanudación de los combates hasta la eliminación del gobierno de Hamás en la Franja de Gaza y la liberación de todos los secuestrados.
“Condenamos las falsas afirmaciones de los Primeros Ministros de España y Bélgica que están dando apoyo al terrorismo y a raíz de sus palabras sus embajadores serán invitados a una dura conversación de reprimenda. Israel está actuando de acuerdo con el derecho internacional y luchando contra una organización terrorista asesina peor que ISIS que comete crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”, ha expresado Cohen.
En respuesta, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, calificó las acusaciones como “totalmente falsas e inaceptables” y anunció que España dará una respuesta “oportuna”. La tensión entre ambos países parece estar en aumento, y la comunidad internacional observa con atención cómo evolucionarán las relaciones diplomáticas.
En el ámbito nacional, las declaraciones de Sánchez recibieron el respaldo de la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz. Esta expresó que el reconocimiento del Estado palestino es un compromiso firme del acuerdo de Gobierno y una cuestión de justicia. “Debemos pasar de las palabras a los hechos”, manifestó Díaz a través de Twitter.
La situación deja al descubierto las divergencias en las posturas diplomáticas y plantea interrogantes sobre el rumbo de las relaciones entre España e Israel en los próximos meses.