El socialista Pedro Sánchez, ha sido investido este jueves como presidente del Gobierno de España, luego de pactar una amnistía con los violadores de la Constitución española, para poder mantenerse a La Moncloa y en medio de las protestas de los españoles que salen a las calles de todas las provincias del país, manifestando en contra de la sumisión de Sánchez a partidos que quieren dividir a la nación.
El presidente se ha sometido con gusto a las humillaciones de los grupos separatistas de Cataluña, Junts y ERC, a los proetarras de Bildu y a los nacionalistas del PNV del País Vasco, para mantenerse en el poder a cambio de concesiones que resultan agraviantes para el resto de los ciudadanos españoles.
Carles Puigdemont, el separatista líder de Junts, fugado de la Justicia española por malversación y otros delitos, junto al golpista Oriol Junqueras de ERC y Arnaldo Otegi del partido proetarra Bildu, son quienes hicieron arrodillar a Sánchez para dar sus votos en el Congreso. Estos partidos de ahora en más tendrán como rehén al presidente, que no tendrá más remedio que acatar sus órdenes para mantenerse en el poder.
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Por su parte, el presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo le dijo a Sánchez; “Esto es una equivocación, tú eres el responsable de lo que acabas de hacer”.
