Tras la jura de la Constitución de la heredera al trono de España, la princesa Leonor, los partidos de izquierda, los separatistas catalanes de ERC, Junts, los proetarras de Bildu y el BNG, no han acudido a la jura de Leonor en el Congreso.
No quieren ser parte de España y son críticos de la Constitución; la misma que les permite participar como ciudadanos españoles en el Congreso de los Diputados y en el Senado con sus candidatos, elegidos en elecciones generales por un sistema democrático del cual reniegan.
¿Por qué, si quieren irse de España, participan de los comicios nacionales? Deberían quedarse en sus regiones y postularse exclusivamente en las elecciones autonómicas y municipales de Cataluña, País Vasco o Galicia y defender desde allí sus ideas o planes de separación.
Mientras en Madrid, Podemos, que se acerca a su desaparición, Irene Montero, ministra de Igualdad y en Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, dos presuntas feministas, que en nada defienden los derechos de las mujeres. El fracaso de la ley “Solo sí es sí”, que impulsó Montero, terminó beneficiando hasta el momento a 1.205 agresores sexuales con rebajas de condenas y propiciando la salida en libertad de más 121 violadores, perjudicando a las víctimas.
Montero y Belarra, ajenas al drama que han provocado con su ley nefasta, arremeten contra la monarquía. La ministra de Igualdad, criticó en las redes sociales: “El feminismo es el motor de la democracia, lo contrario de la monarquía. El feminismo se basa en la idea de la igualdad radical entre las personas y la monarquía en un privilegio de sangre. Monarquía y democracia, monarquía y feminismo, son incompatibles”. Claro que Irene Montero no reconoció que su ley del “Solo sí es sí”, es el azote de las mujeres víctimas de agresiones sexuales.
Pero será por poco tiempo, tanto Irene Montero y su compañera Ione Belarra, disfrutan sus últimas días en la función pública, porque nadie las quiere cerca, ni el PSOE.