La Justicia argentina pidió este martes la detención de los dirigentes del Frente Renovador Claudio y Facundo Albini, hombres de la confianza del candidato oficialista Sergio Massa en la causa que también investiga al puntero político Julio “Chocolate” Rigau. La orden de detención la dio la fiscal Betina Lacki, que acompañó la presentación realizada por la Fundación Poder Ciudadano, que actua como querellante.
Los Albini, están acusados de ser los jefes de una asociación ilícita que maniobraba con el cobro indebido al Estado con tarjetas de varias personas que se prestaban a la estafa.
Los datos extraidos del teléfono celular del otro implicado peronista, el puntero barrial Julio “Chocolate” Rigau, que portaba las tarjetas personales de retiros de cajeros automáticos, fueron determinantes porque demuestran que los dos dirigentes massistas, eran los jefes de la mafia de las tarjetas de cobro.
La dirigente opositora Patricia Bullrich y la prensa lo expusieron públicamente.
Massa: ayer dijiste que si habían denuncias contra vos, vayamos a la Justicia. Acá tenés una para que empieces a rendir cuentas. pic.twitter.com/ZmLg0goTFK
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) November 14, 2023
El canal de noticias TN de Argentina consignó que, “Según consta en el expediente, la acusación del concejal massista se basa en “la cantidad de hechos perpetrados, el alto monto de dinero defraudado (suma que hasta el momento asciende a los $800 millones), la duración en el tiempo, la actividad desplegada por el imputado, en tanto facilitó la comisión actos de corrupción en el ejercicio de la función pública, la posibilidad cierta de influencia entre coimputados (teniendo en cuenta la relación familiar que lo une con el jefe de la asociación) y la pena en expectativa, en razón de la suma aritmética del máximo de la pena de los delitos investigados”.
De hecho, está probada la intervención de algunos de los 48 titulares de las tarjetas de débito. De acuerdo al expediente, al que tuvo acceso TN, los dueños de estas tarjetas en algunas oportunidades reclamaban un porcentaje del botín de las reiteradas estafas y también se explica cómo es que Rigau facilitaba este procedimiento.