Con información de la web de Global Energy Association.-
Una de las áreas de desarrollo de la medicina nuclear es el diagnóstico con radionúclidos: se inyecta al paciente flúor radiactivo combinado con una molécula de glucosa. A medida que las células cancerosas consumen glucosa, el elemento radiactivo se acumula en el tumor, emitiendo positrones (las partículas elementales más ligeras y con carga eléctrica positiva), que se aniquilan al interactuar con los electrones, emitiendo dos cuantos gamma (fotones de alta energía). Luego, estos rayos gamma se registran en un tomógrafo especial, que permite obtener una imagen con radionúclidos del tumor. Este método se llama tomografía por emisión de positrones.
Una alternativa es la tomografía por emisión de fotón único: una cámara especial registra los rayos gamma emitidos por otro elemento radiactivo, el tecnecio, que también puede utilizarse para obtener una imagen con radionúclidos del tumor. En este caso, el uso de otros tipos de radiación del elemento radiactivo seleccionado hace posible la destrucción local de las células cancerosas.
“Pero para producir estos elementos radiactivos es necesario llevar a cabo reacciones nucleares y un objetivo que irradiamos con partículas cargadas como protones, es decir, en nuestro caso, un objetivo no radiactivo, que es un isótopo de estaño altamente enriquecido 117 o 119, se convierte en radiactivo. isótopo de antimonio con el mismo número de masa 117 o 119 respectivamente ”, cita el profesor asociado Vladimir Zherebchevsky de la Universidad Estatal de San Petersburgo.
Para producir isótopos radiactivos de antimonio, los científicos estudiaron reacciones nucleares, utilizando un sistema objetivo especialmente diseñado capaz de resistir altos flujos de protones. Los autores lograron obtener nuevos datos sobre la probabilidad de que se produzcan reacciones nucleares con protones en objetivos isotópicos de estaño en la región del máximo. Esto, a su vez, les proporcionó información hasta ahora desconocida sobre la emisión de isótopos de antimonio del objetivo grueso.
Los resultados del estudio se pueden utilizar en la producción de isótopos de antimonio, que se lleva a cabo en aceleradores médicos en una amplia gama de energías de los protones acelerados. Al mismo tiempo, el antimonio radiactivo obtenido también es aplicable a la teranóstica, una nueva tendencia médica que implica terapia y diagnóstico simultáneos y permite combatir la enfermedad de forma más rápida y eficaz.










