El presidente en funciones de España, Pedro Sánchez, luego de tratar de eludir durante semanas de hablar sobre su proyecto para concederles una amnistía a los sublevados catalanes que pronunciaron en 2017 la declaración de independencia de Cataluña donde se proclamó el establecimiento de la República Catalana como un «Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social» aunque su eficacia fue suspendida por el mismo presidente de la Generalidad de Cataluña apenas 44 segundos después de la declaración de independencia. Ningún Estado del resto del mundo reconoció este hecho político.
Pero Sánchez, que necesita los votos de estos separatistas catalanes (ERC y Junts) en el Congreso para ser investido nuevamente como presidente del Gobierno español, en la reunión de este viernes junto al presidente del Consejo Europeo y la presidenta de la Comisión Europea, en el Palacio de Congresos de Granada, dijo ya sin ocultamientos, que su gobierno planea otorgar la amnistía a los insurrectos, incluido el fugado y buscado por la Justicia española, Carles Puigdemont.
Sánchez, reconoció que buscará darles la amnistía, algo que la gran mayoría del pueblo español rechaza, como “una forma de superar las consecuencias judiciales”.
“No deja de ser una forma de superar las consecuencias judiciales a la situación que vivió España con una de peores crisis territoriales en 2017”, dijo a los periodistas.
Según él será una propuesta de su socio en el gobierno, el partido izquierdista SUMAR, y que la líder de esa agrupación, Yolanda Díaz, generalmente criticada por sus escasos conocimientos políticos, llevará a cabo las negociaciones con los separatistas.
Según informa La Vanguardia, de fuentes próximas a la elaboración del informe apuntan que la amnistía podría alcanzar a las 1.400 personas, cifra que ya recogía en un informe Òmnium Cultural. Entre los principales beneficiados estarían Puigdemont y los otros exconsellers procesados por el 1-O que todavía no han sido enjuiciados, como Toni Comin, Clara Ponsati y Lluis Puig, además de la número 2 de ERC Marta Rovira, que tiene pendiente un proceso por desobediencia.