El gobierno en caída de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, a través del ministro de Economía, Sergio Massa, ordenó el despido inmediato de la gerente general del Banco Nación, María del Carmen Barros, que cobraba un sueldo de 9 millones de pesos mensuales, que sin informar al banco había contratado a Verónica Laura Asad, más conocida como “Pitty”, una numeróloga que cobró por su trabajo adivinatorio $1.800.000.
La gerente, María del Carmen Barros, también había contratado a Héctor Javier Silva, exmarido de su jefa, la presidenta del Banco Nación Silvina Batakis y lo impuso en el cargo de Gerente de Sistemas del BNA, y de Juan Pablo Pedemonte, hijo de Barros, al frente de una gerencia en la casa matriz del banco.
El gobierno kirchnerista, cercado por hechos de corrupción interna, quiere despegarse, a pocas semanas de las elecciones presidenciales en Argentina, que seguramente le pasarán factura en las urnas.
Según informan los medios de prensa argentinos, el ministro de Economía y candidato presidencial por el oficialismo, Sergio Massa, le habría ordenadp a Silvina Batakis que despidiera a Barros: “No podemos tener otro tema vinculado a la corrupción”, justo en el momento en que otro alto funcionario del kirchnerismo, Martín Insaurralde, fue obligado a renunciar a su puesto de jefe de gabinete bonaerense y a ser candidato a concejal por Lomas de Zamora, luego de que trascendiera un viaje suyo a Marbella, en España, con la modelo Sofía Clérici, dode se le vio en fotos de las redes sociales paseando en un lujoso yate y bebiendo champagne, mientras que se conocían oficialmente los datos de la pobreza en Argentina que alcanzan a más del 40% de los argentinos.
Sin embargo, señalan analistas, que no se ordenó despedir a la presidenta del Banco Nación, Silvina Batakis, porque entre los contratados estaba también su ex esposo, Héctor Javier Silva.