La radio – Cuento

El año 1922 marcó los inicios de las transmisiones regulares de radiodifusión en el Uruguay.

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Por: Fernando J. Portillo

Cuando era niño la radio era el medio de comunicación en casi todos los hogares uruguayos; en mi casa desde la mañana a la noche ella permanecía encendida.

Hoy en día la ¨fonola¨ – radio – no ha perdido su vigencia, pese a todos los adelantos tecnológicos que nos rodean.

Las diferentes redes sociales y plataformas con distintos formatos han tomado su esencia – que aún perdura – para transmitir bajo sus normas: noticias, historias, cuentos, música y espectáculos.

Nunca abandoné a la radio, me ha acompañado en todos mis momentos a lo largo de mi vida, ya sea con un mate, en el auto y hasta en el baño.

Para mi es inolvidable el ciclo radial de <<Las buenas noticias RAUSA >> que trasmitía Radio Carve todos los miércoles a las ocho y media de la noche.

Yo esperaba con ansias ese programa siendo niño, recuerdo que mi madre – Mabel – nos servía la cena y junto con Luis -mi viejo – y mis hermanas, nos sentábamos a la mesa a escucharlo – en la radio a válvulas – mientras cenábamos, no volaba una mosca mientras el locutor leía relatos para mí extraordinarios que mostraban el lado bueno de la condición humana y personajes que arriesgaban sus vidas en actos heroicos.

El auspiciante era ¨Azúcar Rausa¨, que se vendía en un formato aquí llamado «pancitos».

Durante el día mi madre escuchaba radioteatros y yo que iba a la escuela en la mañana, en la tarde mientras almorzaba o hacia los deberes, me ¨prendía¨ a escuchar dichas comedias.

Recuerdo que fue toda una novedad cuando mi padre compró una radio a transistores Spica – a un ¨bagayero¨ del Puerto de Montevideo, al que años más tarde le compré mis primeros jean americanos Lee –, con ella escuchábamos los partidos de futbol transmitidos en Radio Sarandí por Don Carlos Solé – un histórico que había relatado el campeonato del mundo de 1950 ganado por Uruguay en el Maracaná -, algunas veces a Heber Pinto – «el relator que televisaba con la palabra» – y mas tarde a Victor Hugo Morales hasta que se fue a la Argentina.

Durante la realización de asados, si no había futbol, mi viejo escuchaba Radio Clarín que durante más de 60 años – desde 1958 – transmitió por AM 580 y ahora lo hace por Internet, compartiendo las veinticuatro horas del día nuestra música folklórica y lo que cantó Carlos Gardel.

Cuando hablo de Radio Clarín viene a mi mente el olor del talco que me pasaba con cepillo el peluquero – que siempre la escuchaba – para limpiarme el pelo que había quedado en mi cuello luego de haberme cortado el pelo.

La Spica que solo tiene frecuencia AM, aun me acompaña y representa uno de los puntos de unión y compañerismo importante con mi padre.

La radio en general además de seguir siendo un medio de comunicación sumamente importante, me transmite el sabor de la familia, de mamá y de una niñez feliz…