El sistema electoral en España es diferente a los de otros países donde quien gana los comicios generales gobierna y eso es la esencia de la democracia.
España se rige por un sistema parlamentario y eso significa que en las elecciones generales no se elige directamente al presidente, sino que se vota por los miembros al Parlamento o sea a los diputados, quienes serán los que votarán la formación de un gobierno y esto desvirtúa lo que los ciudadanos votaron en las urnas, ya que quien salió segundo o tercero, si pacta con otras fuerzas y consigue los 176 apoyos de su partido junto a otras fuerzas políticas, impondrá al presidente.
Entonces, la democracia flaquea porque quien es elegido por los ciudadanos en los comicios, gana, pero no accede a gobernar.
Tal el caso donde hoy ha ganado el Partido Popular que ha obtenido 136 escaños en el Congreso de los Diputados; el PSOE, en segundo lugar consigue 122 bancas; Vox, 33; y Sumar, 31.
Si se unen el PP y VOX, alcanzarían 165 escaños y no llegan a la mayoría absoluta de 176 escaños y el bloque de izquierdas, 156 escaños. Núñez Feijóo gana las elecciones, pero el separatista catalán, el golpista Carles Puigdemont, el que se fugó de España para no ir preso por sus delitos, con su partido JuntsxCat, puede darle el triunfo a Pedro Sánchez, en esa extraña Constitución española donde no gobierna quien gana en las urnas, sino quien consigue mayores apoyos entre los partido perdedores.
Piugdemont un golpista asilado en Bélgica puede hacer presidente a Sánchez, aunque Miriam Nogueras, candidata de JuntsxCat, el partido separatista catalán, ha dicho que no apoyarán al PSOE sin una contraprestación: “No haremos presidente a Sánchez a cambio de nada”, aseguró.
Ahora se abre el tiempo de las negociaciones para formar gobierno.
Pedro Sánchez ha perdido pero con seguridad seguirá en La Moncloa con los apoyos de los separatistas catalanes y los proetarras de Bildu del País Vasco, aunque Sánchez es el primer presidente de la democracia derrotado en su primer intento de reelección. Suárez, Felipe González, Aznar, Rodríguez Zapatero y Rajoy obtuvieron al menos dos victorias consecutivas.
Esto lleva a que lo que votaron los españoles en las urnas, se pierda ante los acuerdos en el Congreso de los Diputados.
Una explicación concreta
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